Dell Olio: "Cuando nos pasamos la pelota sale nuestra mejor versión"
20:29 12/05/2016 | La pivote del destacó lo hecho por Peñarol en la primera fase del Federal Femenino. Del Ollio habló de su presente personal y el del Milrayitas.
Con ocho partidos ganados y sin derrotas se cerró la participación de Peñarol en los primeros dos Pentagonales del Federal Femenino de Básquet. El equipo no dejó dudas en sus excursiones a Olavarría donde derrotó a las locales de Ferro, Rivadavia de Necochea, CADU de Santa Teresita e Independiente de Bahía Blanca para clasificarse a la siguiente fase. Un plantel diezmado, aunque enfocado y enchufado, marcó superioridad y ya se prepara para lo que viene: un Cuadrangular con Banda Norte de Río Cuarto, Banco de Mendoza y Ben Hur de Rafaela.
Una de las piezas importantes del debut fue Tamara Dell Olio, la pivote titular del equipo que orienta Iván Guerrero. La jugadoras de 1,81 metros promedió 12 puntos y 5 rebotes en los ocho cotejos del certamen que se dividió en dos fines de semana. "Si hago mis puntos es porque mis compañeras me buscan, me encuentran y me la pasan. Yo juego por y para ellas. No miro las estadísticas. No me importa si todas hacen puntos y yo no. Me pongo súper contenta si el equipo gana. Tengo que cumplir el rol y si lo cumplo bien me voy conforme, haga o no puntos", destacó quien empezó a jugar al básquet en el club a los 11 años.
Sus buenos números y la importante actuación cobran mayor dimensión si se tiene en cuenta que llegó lejos de la plenitud física al segundo mini torneo. "Me agarró una gripe terrible y tuve mucha fiebre la primera noche. Fue impresionante, no me sentía para nada bien. Con algunos remedios mejoré pero igual la pasé muy mal. Me sentí cómoda más allá de estar enferma. En el primer partido no me sentía mal, pero después sí y estuve casi sin dormir antes del segundo. Pero no me importaba nada, si había viajado quería jugar. Iván me preguntó si podía estar y le dije que sí", comentó quien estudia educación especial y trabaja en una oficina de seguros.
- Hablaste de tu rol. ¿Cambió en comparación con el que tenías asignado el año pasado?
- Antes era más que nada tomar rebotes y defensa. Pero mejoré físicamente y mentalmente, creo que crecí y se vino decantando el cambio. Tomé más protagonismo. La experiencia uno la va construyendo. Además faltan jugadoras, aunque no sea en mi posición, y tenemos que ir cubriendo esas falencias entre todas.
- ¿Cuál es el balance del inicio del Federal?
- Muy positivo. Pudimos ganar y jugar todas, rotamos el equipo. Las chiquitas nos dieron descanso y soluciones. Es complicado eso porque hay mucha diferencia física entre las seis o siete titulares que somos las de Primera y las que vienen de abajo. Por una cuestión de edades, obvio. Todas se pudieron acoplar y dieron cosas buenas. Puntos, defensas y asistencias. Tenemos que entender que no todas podemos ser las goleadoras y eso se va dando de acuerdo al rival y al partido. Cele (Selent, la capitana) nos lo remarca todo el tiempo: no importa quién haga 30 puntos, lo que vale es ganar.
- Después de los dos torneos en Olavarría, ¿qué rescatás de positivo en cuanto al juego?
- Me gustó que rotamos mucho la pelota. Ahí salen las cosas lindas, más allá de que emboquemos o no. Cuando nos pasamos la pelota sale nuestra mejor versión. Y después, que la tire cualquiera es lo mismo. Y en defensa tuvimos altibajos pero cuando presionábamos e intentábamos cortar línea de pase funcionaba. Así podíamos atacar rápido, corríamos las cinco, no solo la base. Ahí va a estar el punto principal para el próximo Cuadrangular. Y también que podamos tener el equipo completo ya que viajamos sin Mica (Barriga Naón) y sin Muri (Sauan) que son nuestras dos bases. Vale (de Cabo) y Rocío (Bereilh) lo hicieron muy bien, pero a una la necesitamos de "2" y la otra es muy chica. Aunque tiene mucha proyección, recién tiene 15 años.
- ¿Cómo hacen para no desenfocarse cuando Peñarol va a un torneo en el que es superior en la previa?
- Nosotras somos conscientes de que estamos unos escalones más arriba pero tenemos que demostrarlo. También Iván lo remarca todo el tiempo y además, estuvimos del otro lado. En el primer Federal, contra Berazategui, no podíamos pasar la mitad de la cancha. Sabemos lo que significa y sabemos lo que es llegar a esta instancia. Es nuestro tercer Federal consecutivo y eso se nota. Lo que vivimos el año pasado, jugando la Súper Liga y entrenando tan duro con Martín (Furfuro), nos sirvió un montón. Aunque por ahí no parezca, estamos haciendo malabares con el trabajo y el estudio para poder jugar. Llegamos a este nivel con muchas cosas en el medio y sabemos que nos falta para estar a la altura de las de Capital, que viven para el básquet.
- Hablaste de una mejoría personal en lo físico y en lo mental. ¿Cómo se dio?
- Porque me di cuenta que no rendía. Entonces en septiembre mi cabeza dijo "hasta acá llegaste. O cambiás o cambiás, por vos". A mí siempre me dijeron un montón de cosas que nunca me importaron. Cuando vi que lo que yo quería y amaba que era el básquet no me estaba sirviendo, hice un click y cambié físicamente y mentalmente. Ahora me siento bien dentro de la cancha.