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Los Golden State Warriors se despidieron de la Copa NBA con una ajustada derrota por 91-90 frente a los Houston Rockets, un partido que dejó más bronca que análisis en la franquicia californiana. Entre un fallo arbitral insólito y un cierre errático, Steve Kerr, entrenador de los Warriors, no dudó en desahogarse con declaraciones explosivas tras el encuentro: “Nunca había visto una falta en una situación de balón suelto, con el partido definiéndose a 24 metros del aro… Es inconcebible”, arremetió el coach en conferencia de prensa.

HOUSTON HAS THE LEAD AFTER THIS WILD SEQUENCE 😱 pic.twitter.com/vg6xPLZUBx

— NBA on TNT (@NBAonTNT) December 12, 2024

El duelo llegó a su definición entre nerviosismo y polémica. Golden State estaba arriba 90-84 con poco más de un minuto en el reloj, pero un triple de Fred VanVleet y una canasta de Alperen Sengün (26 puntos y 11 rebotes) revivieron a los Rockets. La jugada clave llegó cuando Stephen Curry falló un triple decisivo y el rebote dividido derivó en una disputa entre Jalen Green y Jonathan Kuminga, que terminó en el suelo. Increíblemente, el árbitro Bill Kennedy sancionó falta de Kuminga, lo que envió a Green a la línea de tiros libres. “Ni siquiera un árbitro de escuela primaria cobraría algo así”, agregó un furioso Kerr.

La desprolija decisión arbitral eclipsó un encuentro donde los Warriors evidenciaron problemas ofensivos más allá del esfuerzo defensivo. Stephen Curry (19 puntos) no tuvo la efectividad habitual y, sin Andrew Wiggins en cancha, las responsabilidades cayeron sobre Jonathan Kuminga (20 puntos) y un esforzado Buddy Hield (15). La falta de una segunda espada consistente complicó el cierre, pero la jugada final fue el detonante. Jalen Green encestó ambos tiros libres y Jabari Smith Jr. bloqueó el intento agónico de Brandin Podziemski sobre la bocina.

Como si la frustración del resultado no fuera suficiente, Kerr también se quejó del entorno de Houston, en particular por el vibrante color de la cancha: “Ese rojo es desconcertante, sentía como si estuviera descendiendo a las profundidades del infierno”, bromeó irónicamente el técnico de los Warriors. Pero más allá de los comentarios graciosos, Kerr cerró con un llamado de atención sobre la seriedad de la NBA: “Esta es una industria de miles de millones de dólares, hay trabajos en juego… No se pueden tomar decisiones así”.