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Desde su llegada a la NBA en 2005, Chris Paul ha sido sinónimo de visión de juego y precisión milimétrica. A lo largo de sus casi dos décadas en la liga, CP3 repartió hasta 12098 asistencias, convirtiendo en el segundo máximo repartidor de la historia de la NBA, solo por detrás de John Stockton. Chris dejó su marca en distintos equipos como New Orleans, Clippers, Rockets y Suns. Su talento para hacer brillar a sus compañeros se traduce en una lista interminable de nombres que aprovecharon sus pases quirúrgicos para sumar puntos con facilidad.

Al alcanzar el hito de superar a Jason Kidd entre los máximos tiradores de la historia, San Antonio Spurs le regaló una pelota especial a Chris con el nombre de los 173 jugadores a los que asistió a lo largo de su carrera. Ya sea con tiradores letales o internos dominantes, el base siempre encontró la mejor opción de ataque. Blake Griffin fue, sin duda, el jugador que más conexiones tuvo con Chris, consolidando una sociedad que quedó grabada en 1157 asistencias totales.

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— San Antonio Spurs (@spurs) December 9, 2024

Detrás de Griffin, aparece su primer socio en New Orleans, David West (1120). Luego sigue un dúo también parte de la época de Lob City de los Angeles Clippers, para los triples, JJ Redick (633) y para las volcadas DeAndre Jordan (575). Completando el Top 5 aparece Peja Stojakovic, quien se retiró de la NBA en New Orleans recibiendo pases (429) del joven Chris.

Sin embargo, en esta extensa lista de compañeros que anotaron gracias a las asistencias de Paul, no hay lugar para argentinos, o no estrictamente. Pese a haber jugado 54 partidos con Pablo Prigioni, al compartir puesto y tareas con el cordobés en los Clippers, nunca le pudo servir un pase gol al hoy entrenador de la Selección Argentina. Sin embargo, en un All-Star Chris Paul le dio una asistencia ni más ni menos que a Manu Ginóbili. Fue en la edición de 2011 cuando el base y el escolta jugaron para el equipo del Oeste. Con siceridad, hubo más mérito en la definición que en el pase, pero que cada uno lo vea juzgue.
 

Pablo Catalá / [email protected] 
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