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Faltaban 35 segundos para el final del juego entre Houston y San Antonio en el 9 de diciembre de 2004 y todo parecía cocinado. El triunfo de los visitantes por 76 a 68 auguraba una caída de los Rockets, con gente ya resignada yéndose de sus asientos en el Toyota Center. Sin embargo, los que se fueron se perdieron de presenciar una de las mayores demostraciones anotadoras de la historia en tan poco tiempo.

En ese momento Tracy McGrady se vistió de Superman y anotó 13 puntos seguidos, que terminarían por dar vuelta el juego y un logro enorme. “Tenía que dar un paso al frente y anotar las que me quedaron en el final. No sé cómo las conseguí porque Bruce Bowen es un enorme defensor. Pero mi voluntad fue hacerme cargo y nada me iba a parar” contó después del partido.

Un triple y falta le dio la confianza y esperanza como contó: “Eso es lo que me dio confianza. Cualquier situación que tenía para tirar lo iba a hacer, no iba a dejarlo pasar”. Y lo sentenció sin dudar: “Nunca volveré a ser parte de nada como esto”.