Marjanovic y la valiosa lección de vida que le dio... el Candy Crush
12:45 12/12/2024 | El gigante serbio contó cómo se volvió más profesional y pudo jugar en la NBA y Euroliga por el famoso juego de dulces. Una bestia de 2.24 que nunca deja de sorprender.
Boban Marjanovic, conocido no solo por su imponente altura de 2.24 metros sino también por su carisma, vivió un punto de inflexión en la temporada 2014-2015 con el Estrella Roja. En una entrevista en el podcast de Jao Mile, el pívot serbio confesó cómo una distracción con el popular juego Candy Crush le enseñó una lección que lo marcó para siempre. "Era mi primer partido con el equipo y por la mañana, después del entrenamiento de tiros, me puse a jugar Candy Crush para distraerme", recordó Marjanovic. La trampa consistía en adelantar la hora del teléfono para obtener más vidas, pero el truco le jugó en contra.
"De repente, alguien llamó a la puerta de mi casa. Me desperté asustado porque suelo estar solo y no hay nadie que me despierte. Era el amigo de mi esposa gritándome: '¡Llegas tarde al entrenamiento!'. No sabía ni qué hora era, me puse a prepararme rápido y salí corriendo", relató Boban. Su entrenador, Dejan Radonjic, no perdonó la tardanza y lo expulsó de la sesión de video previa al partido. La vergüenza fue tal que Marjanovic se refugió en el gimnasio a lanzar tiros solo y reflexionó profundamente: “Me sentí fatal. Me prometí a mí mismo que no volvería a cometer ese error”.
Lo que parecía un incidente menor se transformó en un motor para su carrera. Aquella misma noche, Boban explotó contra Galatasaray y fue nombrado Jugador de la Semana en la Euroliga. Su rendimiento en la temporada 2014-2015 fue espectacular: terminó como MVP de la competición y máximo reboteador, promediando 10.67 rebotes por partido. "Me di cuenta de que, para ganarme el respeto, debía prestar atención a los detalles y tomar las cosas en serio", reflexionó el gigante serbio.
La lección del Candy Crush fue clave en la transformación de Marjanovic en uno de los pívots más respetados del viejo continente. Su nuevo enfoque y profesionalismo lo catapultaron a la NBA, donde se pudo mantener varios años jugando para equipos como los Clippers, Pistons Spurs, Mavericks, Sixers y Rockets, antes de volver a Europa para disputar la Euroliga con el Fenerbahce.
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