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En el deporte estadounidense en general y la NBA en particular, la palabra vigencia tiene un sinónimo bastante claro: San Antonio Spurs. La franquicia texana ha sido la más competitiva y regular de las últimas décadas, algo que se tradujo en un récord que acaba de romperse. Por primera vez en 22 años, se han quedado afuera de los playoffs. El fin de la racha puede servir para recordar por qué lo lograron y qué tan difícil es mantenerse en la élite.

La última vez que el conjunto no participó de la postemporada fue en 1997. En ese año, Gregg Popovich se hizo cargo del plantel como entrenador en jefe luego de echar a Bob Hill (Pop era el Vicepresidente de Operaciones de los Spurs) y ponerse él mismo al frente. A partir de ese entonces, la liga descubrió en San Antonio a un integrante recurrente de la etapa más importante del año.

Para entenderlo, es necesario comprender que la figura de Popovich es probablemente la más trascendente de todas. ¿Por qué? Porque, a lo largo de los años, supo manejar el personal que tenía para volverlo campeón cuando el talento lo permitía, convertirlo en candidato casi siempre y hacerlo competitivo en momentos en los que no muchos creían en ellos.

La otra gran pata de este logro es Tim Duncan. Desde su llegada a la competición en el Draft de 1997, torció el destino de la franquicia: se congenió a la perfección con David Robinson para ganar el título de 1999 y, más adelante, fue el pilar fundamental del Big Three completado por Manu Ginóbili y Tony Parker.

Estos dos también tuvieron mucha culpa de los éxitos posteriores. Campeonatos en 2003, 2005, 2007 y 2014 y la responsabilidad de mantener a flote el barco tras el retiro de ala pivote en 2016. En 2018 (uno por su retirada y el otro por irse a Charlotte Hornets) se fueron y le abrieron paso al futuro, que no parecía muy prometedor a corto plazo. La reconstrucción se hacía inevitable. Sin embargo, Popovich se las arregló para mantener viva la marca hasta este curso atípico.

La reducción de partidos, el parate por la pandemia del Coronavirus, el nivel de los rivales en la burbuja de Orlando y un plantel diezmado por lesiones como la de LaMarcus Aldridge hizo que la racha se cortara. A los Spurs les alcanzó, igualmente, para empatar lo hecho por los Syracuse Nationals/Philadelphia 76ers, que enlazaron 22 entradas a Playoffs entre 1950 y 1971.

Una oda al trabajo grupal, a la versatilidad y a la gestión desde todos los aspectos que se puede dimensionar mejor con un vistazo al futuro: el siguiente en la lista con la racha activa de clasificaciones más larga es Houston Rockets, con ocho. ¿En el deporte de los Estados Unidos en general? Los Pittsburgh Penguins de la NHL, con 14. Tal vez, dentro de catorce años, se pueda hablar de otro ejemplo de constancia. Por el momento, en la NBA vigencia se dice San Antonio Spurs.

The last time the Spurs were not in the playoffs, DVD’s were just introduced to the U.S.

Think about that for a second 😳 pic.twitter.com/bqHZB7rT3D

— Hoop Central (@TheHoopCentral) August 13, 2020

Leandro Carranza | [email protected]
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