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Era el año 1995 y lo mejor estaba por venir para Argentina en el baloncesto. Una muestra de lo que se venía se dio en los Juegos Panamericanos.
El seleccionado se quedó con el oro de aquella competencia y Juan Espil jugó un torneo sublime y fue la gran figura albiceleste en aquella conquista, que tuvo 2 victorias contra nada más y nada menos que Estados Unidos.

El primer partido del elenco dirigido por Vecchio tuvo a un Escopetero infalible. Espil clavó 27 tantos en una ajustada victoria ante Estados Unidos para arrancar con el pie derecho. En el segundo encuentro bajó un poco la efectividad de Juan, que metió 4 puntos en una nueva victoria. La primera victoria de Argentina se dio contra México y Juan clavó 21 puntos. Villar y De La Fuente también jugaron grandes partidos.

Juan repitió la cifra goleadora (21) ante Puerto Rico en el siguiente encuentro. El mismo fue muy atrapante y finalmente terminó llevándose la albiceleste para conservar su invicto y llegar con todo a las semifinales contra Uruguay. La revancha contra los orientales fue completamente favorable para el elenco de Guillermo Vecchio. Fue victoria por 90-74, Argentina movió la pelota, repartió el goleo y Juan Espil clavó 26 unidades.

El rival en la final fue Estados Unidos; los locales mantuvieron ese gran nivel que los caracterizó durante todo el torneo y Juan jugó otro excelente partido. Fueron 21 puntos para un Espil que fue el gran MVP del torneo e hizo delirar al Polideportivo Islas Malvinas en cada una de las presentaciones.

Por último, cabe resaltar que el escopetero realizó esa increíble actuación con algunas molestias físicas: “Lo principal es que fue un torneo duro en lo personal. Lo jugué esguinsado. Me lesioné tres días antes en un amistoso vs Uruguay en La Rioja. Sin embargo, aguanté ante la inflamación, con mucho vendaje y trato sobre mi tobillo izquierdo”, explicó Espil en diálogo con ABB.