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Las Finales de la NBA están siendo más difíciles de lo que muchos esperaban para Oklahoma City Thunder, que enfrenta a unos Pacers muy combativos. Aun así, el equipo de Shai Gilgeous-Alexander tiene varias cartas en la manga para poder pasar al frente por primera vez en la serie y demostrar que están preparados para llevarse el anillo. La dinámica de la final deja claro que nada está dicho, pero Oklahoma tiene las armas para inclinar el resultado a su favor si logra implementar determinados mecanismos en el juego.

Una de las claves reside en dejar a Indiana por debajo de los 110 puntos, aumentando así la intensidad defensiva. Esto implica presionar más en toda la cancha, dejar sin espacios a Haliburton o a Siakam, y dificultar así que el equipo de Rick Carlisle pueda encontrar soluciones en ataque. Además, cargar el rebote, tanto defensivo como ofensivo, permitirá a los Thunder tener más posiciones en ataque, aumentando así sus opciones de llevar el ritmo de los partidos. La labor de jugadores como Holmgren o Hartenstein bajo el tablero puede resultar decisiva en el desenlace de la serie.

Por último, el manejo de los match-up también va a tener una importancia vital. La estrategia de dejar a Shai apareado con Nesmith, más débil defensivamente que Nembhard, puede dar lugar a más puntos fáciles en ataque. Por otro lado, presionar a toda la cancha con jugadores como Caruso o Dort puede dificultarle a Indiana llevar la bola con claridad y encontrar así a sus jugadores más peligrosos. La final está muy igualada, pero Oklahoma tiene varias soluciones a la mano para dar el golpe cuando más lo necesita.