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Pat Spencer es un jugador que desafió las expectativas y siguió su pasión a lo largo de su carrera deportiva. Después de destacarse como jugador de lacrosse en la Universidad de Loyola en Maryland, donde estableció récords de asistencias y goles, ganó el premio Tewaaraton en 2019 y fue la primera selección en el draft de la Premier Lacrosse League, decidió dar un giro inesperado a su carrera al optar por el baloncesto.

A pesar de su éxito en el lacrosse, Spencer decidió probar suerte en el baloncesto y asistir a la universidad de Northwestern. Tras no ser reclutado en el draft de la NBA, jugó en Alemania antes de regresar a Estados Unidos para unirse a los Go-Go, el equipo afiliado de los Washington Wizards en la G-League. Su destacada actuación lo llevó a firmar un contrato de 10 días con los Golden State Warriors.

Spencer impresionó en la Liga de Verano de la NBA en 2022, lo que le valió un contrato de exhibición y una invitación al campamento de entrenamiento. Después de un año sobresaliente en Northwestern, donde promedió 10.4 puntos, 4.1 rebotes y 3.9 asistencias por partido, Spencer firmó con los Capital City Go-Go, el equipo de la G League de los Washington Wizards.

A pesar de una lesión en la muñeca que puso fin prematuramente a su temporada en la G League, Spencer regresó este año con un rendimiento notablemente mejorado, en la filial del equipo de la bahía. Aumentó su promedio de puntos a 15.3 por partido, con un impresionante 43% de acierto en tiros de tres puntos y casi un 50% en tiros de campo. Su habilidad para el pase sin mirar, una habilidad que dominaba en el lacrosse, se ha trasladado al baloncesto, lo que le ha valido el reconocimiento en la NBA.

Golden State Warriors tenía un contrato two-way vacante después de convertir el contrato de Lester Quiñones en un contrato estándar. No perdieron el tiempo en recompensar a la figura de la filial, en los Warriors de Santa Cruz, Pat Spencer con su propio contrato de dos vías.