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Ventana FIBA

Howard Sant-Roos, el cubano que volvió para ser profeta en su tierra

18:57 27/02/2024 | El jugador de enorme recorrido en Europa se puso la camiseta por primera vez para el triunfo histórico ante Estados Unidos. Conocé su largo camino hasta este momento.

Sant-Roos, la figura de Cuba que llegó para hacer historia (FIBA)

“Estoy muy contento con que el primer partido haya sido así, que se haya logrado la victoria para el equipo Cuba. Me siento muy contento, no puedo decir nada más” expresó un visiblemente emocionado Howard Sant-Roos, que tuvo su debut en la selección cubana a los 33 años en el histórico triunfo ante Estados Unidos por 81-67. El jugador nacido en La Habana en 1991 es el que más partidos tiene jugados en la Euroliga de los de su país.

De familia basquetera, con su padre, tío y hermana, ingresó de muy chico a jugar: “No podía caer muy lejos del amor familiar por el baloncesto. Con seis años ya estaba con el balón en las manos” expresó en Diario de Cuba. A partir de los 10 comenzó a crecer en físico y nivel y logró el MVP en el Campeonato Nacional jugado en Guantánamo. “Teníamos muy pocos recursos. A veces se jugaba sin zapatillas, otras veces las mías tenían agujeros enormes y era como si jugara descalzo… Era lo que había. Éramos muy pobres, pero teníamos mucho amor por el baloncesto” agregó en conversación con Cuba Net.

Pero cuando su progresión dependía de subir el nivel, a los 16 años su madre, Nereida, se lo llevó a Italia. Allí comenzó en la cuarta categoría y poco a poco fue creciendo, comenzando en Gerardiana, un club que quedaba frente a su casa. Ya con 2 metros de altura, a pesar de su contextura liviana comenzó a destacarse.

Pero un hombre en tierras italianas creyó en él, como fue Massimo Battoti, que dirigía al Bernareggio: “Siempre me decía: puedes hacerlo, puedes hacerlo. Fue el primero en creer en mí, incluso antes que yo. Vine de Cuba y no tenía esa mentalidad profesional. Él fue quien me motivó y me dio ese empujón para convertirme en profesional”.

Y en 2011 comenzó el salto, llegando a Alemania para jugar en New Yorker Phantoms, donde coincidió con Thaddeus McFadden y con Dennis Schroder. Y después de dos temporadas se dio el regreso a Itali, al Junior Casale, para explotar definitivamente, con 14.7 puntos, 6.8 rebotes y 4.5 asistencias en la tercera división.

Desde allí jugaría en Casapusterlengo en la segunda división y saltaría a CEZ Nymburk de República Checa, jugando Eurocup. Para el 2017 el saltó fue a Turquía de la mano de Darussafaka y en 2018 al AEK Atenas. Pero su mayor desafío fue al CSKA Moscú el gigante ruso que confió en su talento en 2020, para luego pasar a Panathinaikos y jugar hasta 2022, donde se dio su llegada a Zaragoza en la ACB y posteriormente al UCAM Murcia, donde se encuentra en la actualidad ayudando a ser una de las revelaciones.

A pesar de todo esto, nunca se puso la camiseta cubana hasta este pasado domingo, cuando fue parte importante del éxito de la selección, sin dudas el más importante en los últimos tiempos. “Dejé el país muy temprano, por lo que originalmente no tuve la oportunidad de jugar para la selección nacional. Esas son las reglas” contó para VTB League de Rusia.

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