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El Barcelona de Nico Laprovittola y Saras Jasikevicius está cerca de regresar a la Final Four de la Euroliga, lugar que le correspondió en las últimas temporadas, pese a no haber conquistado el título europeo.

En los cuartos de final tuvo la fortuna de recibir en casa al Zalgiris, un rival mucho menor en nivel y calidad de plantilla. Sin embargo, los de Kaunas han hecho una enorme reconstrucción para esta temporada luego de un par de campañas desastrosas y regresaron a la postemporada con una identidad destacable.

El conjunto lituano, dirigido años antes por Saras y con un lugar muy especial en su crecimiento como entrenador, se forjó una reputación asombrosa como un equipo que muestra su mejor cara cuando juega en casa. Kaunas es una fortaleza total para el séptimo clasificado de la temporada. Y los números no mienten: en casa han logrado un récord espléndido de 13-4.

Para ponerlo en perspectiva, solo el Olympiakos (primero en la general), Baskonia y Maccabi obtuvieron más victorias en casa que el equipo dirigido por Maksvytis. Pese a ser apenas el séptimo con más victorias en general, 13 de las 19 totales conseguidas este año fueron en el Zalgiris Arena, siendo cuartos en ese aspecto de la localía. La mejor noticia es que tanto al Real Madrid, como al Barcelona y al Olympiakos mismo, les ganó en su estadio, por lo que saben que llegarán a este encuentro con una ventaja mayor.

Sin embargo, el Barcelona no es un rival fácil de derrotar. Aprendieron del partido en Kaunas durante la fase regular, probablemente, y tienen el archivo de ese juego para ajustar de cara al Juego 3 de esta serie. Además, los de Saras fueron el mejor equipo visitante (10-7) esta temporada. Para cerrar la serie y llegar a otra Final Four, donde el Andadolu Efes ya no amenaza y el Real Madrid está contra las cuerdas, deberán sortear un obstáculo más duro de lo anticipado.