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Puede fallar. Regla número uno: grabar con detalles bien claros los contactos en la lista del home banking. Y si no, que lo diga el tesorero del Flamengo de Brasil. La historia es así. El club brasileño debía transferirle a Joao Gomes, jugador del Wolverhampton inglés, 1.9 millones de reales (340.000 euros), por el porcentaje que le correspondía del pase al club europeo (18.7 millones de euros).

La cuestión es que se ve que el encargado de la parte administrativa del club sudamericano es medio vago y guarda a los contactos con nombre y apellido solamente, con lo cual, cuando buscó en la lista al que debía mandarle el dinero, apretó en Joao Gomes, sin darse cuenta que no era el futbolista, sino un joven de 19 años, basquetbolista, que hace ya 3 años que no juega en Flamengo (está en el Tijuca de Río de Janeiro), y que se llama igual.

El chico no podía creer lo ocurrido cuando vio que, de golpe, había ingresado semejante cantidad de dinero en su cuenta, y pensó que alguien quería lavar plata, por lo que avisó a la entidad bancaria. Flamengo había hecho el depósito el 27 de febrero y se dio cuenta del error 4 días más tarde, por lo que pidió el congelamiento del depósito y se espera que pronto todo quede solucionado.