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Tras un par de meses de ausencia, este miércoles vuelve la acción de la Liga Nacional, con el comienzo de un nuevo torneo: el Súper 20. Salta Basket y Atenas abrirán el certamen en el Delmi, marcando el punto de salida para una competencia que más allá de servir de previa para la Liga en si misma, tendrá su valor específico propio: no solamente entrega dos plazas para la próxima Liga Sudamericana, sino que además pondrá en juego un nuevo título para los participantes.

¿Cómo se juega? La fase regular se disputa del 20 de septiembre al 18 de octubre y estará separada por cuatro grupos de cinco equipos cada uno (dos conformados por la exConferencia Norte y dos por la Sur). Los primeros tres de cada zona avanzarán directamente a octavos de final, mientras que los cuartos y los quintos jugarán un repechaje entre ellos para definir los últimos cuatro boletos a la postemporada.

Una vez confirmados los 16 conjuntos de playoffs, se disputarán series al mejor de tres, hasta llegar a un Final Four con sede única y cruces eliminatorios directos. ¿El objetivo? Generar un mayor porcentaje de partidos de postemporada (se subió del 25% al 40%), con el mayor interés en el público que estos traen asociados.

La competencia no solo tendrá el atractivo de seguir la pelea por el primer lugar (¿podrá alguien darle caza a San Lorenzo?), sino también continuar viendo el desarrollo de muchos jóvenes que se perfilan con buena participación, además de la habitual llegada de muchos nuevos extranjeros y el debut de un grupo de entrenadores encabezados por nombres gloriosos como Lucas Victoriano y Leo Gutiérrez.

Comenzando el repaso por el Grupo A, hay que marcar a los equipos correntinos como los que arrancan como mayores candidatos a pelear en lo más alto de la zona. Aunque sufrió algunas bajas claves (Sims y Espinoza), Regatas mantuvo la base del plantel subcampeón y se reforzó con algunas fichas que generan ilusión (Goldwire y Thomas). San Martín, por su parte, no solo repite la mayoría de los jugadores que consiguieron el mejor récord de la fase regular 2016/17, sino que además potenciaron un ya de por si excelente juego interior con la llegada de Justin Keenan. El exLa Unión formará junto a Leonardo Mainoldi y Jeremiah Wood uno de los mejores tridentes de hombres grandes del torneo.

En términos de calidad de nombres, el Grupo A tiene a un tercer favorito, aunque a diferencia de los mencionados, todavía debe demostrar en la cancha la química entre sus piezas. Estamos hablando de La Unión, uno de los que se armó prácticamente de cero e incorporó figuras del calibre de Maldonado, Marín, Crawford, Gallizzi, Clark y Young. Con Ramella a la cabeza, tienen todo el material posible como para ilusionarse con la pelea grande. 

Hablando de armarse de cero, qué decir de Estudiantes, que no solo perdió a su DT (llegó Victoriano por Laginestra), sino que además Orresta y Vildoza son los únicos sobrevivientes del equipo revelación de la Liga pasada. Prometen tener un juego fresco y con un protagonismo importante de sus foráneos, pero en principio, parecen un escalón por detrás de las tres potencias de la zona. Por último, el quinto del grupo es el debutante Comunicaciones, que a pesar del título en el TNA se renovó casi por completo. Más allá de contar con un par de veteranos de Liga (Figueroa y Funes), tendrán que sobeponerse a la falta de experiencia de su plantel en este nivel.

El Grupo B promete ser el más fuerte de la competencia, con cinco clubes potentes y de los cuales cualquiera tiene chances reales de meterse entre las primeras posiciones, incluyendo a los dos representantes cordobeses: Atenas e Instituto. El Griego está decidido a dejar atrás las frustraciones de las últimas Ligas y armó un plantel de enorme jerarquía (llegaron Cantero, Sims, Fernández Chávez, Romano y Meyinsse), combinado con el empuje de los jóvenes que mostraron una luz de esperanza durante una oscura 2016/17. Instituto, por su parte, reemplazó a Rodney Green con otro alero foráneo que promete dar que hablar (Dwayne Davis), mientras que sumó a nacionales importantes como Luciano González, Scala y Piñero. Con la continuidad de Whelan, Gerlero y Clancy, los dirigidos por Facundo Müller tienen con qué dar pelea.

La otra dupla de coprovincianos viene de Santiago del Estero. Quimsa es después de San Lorenzo, el equipo con mayor poder individual del certamen. No sigue ni un solo mayor de la difícil 2016/17, pero fueron uno de los grandes ganadores del mercado con fichajes como De Los Santos, Brussino, Schattmann, Gadson, Vega, Melvin, Francis y Acuña. Ahora deben formar un equipo, pero si lo hacen, a tener mucho cuidado con ellos. Su vecino de La Banda, Olímpico, también tuvo incorporaciones importantes en el receso (Green, Giorgi, Clemente, Tintorelli) y aunque no se baja de la lucha, parece un escalón por detrás del resto en términos de la profundidad de su rotación.

El quinto de la zona es una de las grandes incógnitas de este Súper 20: Salta Basket. Por ser debutantes, uno podría imaginarlos algo rezagados con respecto a sus rivales directos, pero la realidad es que tienen jugadores como para dar más de una sorpresa: Gerbaudo hizo una gran pretemporada, Espinoza es uno de los mejores nacionales en su posición, mientras que sumaron a foráneos debutantes (Brown y Buckner) pero con antecedentes importantes. En ellos estará la clave para los salteños: si se adaptan bien a la competencia, le darán un salto de calidad enorme al equipo.

En el Grupo C se agrupan los cuatro equipos de Capital Federal, además de uno de los dos representantes de la Patagonia: Hispano Americano. Está claro que la zona (y el torneo) tiene un favorito muy marcado: San Lorenzo, que ha conseguido armar uno de los mejores planteles de la historia de la competencia y que viene de dar dos batacazos ante el Real Madrid y el Barcelona. Es el bicampeón, se potenció y realmente va por todo. En la previa, parece al menos un nivel por encima del resto, incluyendo a los otros favoritos para el Final Four.

Tratando de hacerle sombra al Ciclón aparece un Ferro muy bien armado. Sumaron a tres extranjeros probados como Baxley, Harper y Cowan y mantuvieron a sus mejores nacionales (Balbi, Alessio, Hernández, Cuello), con la excepción de Jonathan Maldonado quien emigró para Formosa. Se proyectan como un equipo largo, con variantes  y muchísimo talento ofensivo. Lo que determinará cuán lejos llegan pasará por cuánto pueden llegar a rendir en el campo propio, donde presentan mayores interrogantes.

A partir de ahí, todo está parejo. Boca podría anotarse como el tercero en discordia, mantiendo a titulares como Pérez, Gargallo y Lampropoulos, y agregándole dos fichajes de alto nivel en Boccia y Bryan-Amaning. Obras, más allá de haber hecho una buena gira por España, sumó extranjeros debutantes y tendrá como prioridad el desarrollo de los jóvenes del club (Barral, Zurbriggen, Zanzottera, Berra y Valusi). Hispano, por su parte, mantuvo a cuatro jugadores (O´Bannon, Byró, Torres y Austin) del equipo que terminó haciendo una buena 2016/17, pero tendrá que reinventarse en parte y adaptar a varios jugadores que llegan desde una categoría inferior.