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Posible rotación

Las caras nuevas

Eduardo Gamboa: El ex jugador de La Unión tendrá un rol clave en la segunda unidad Xeneize, aprovechando su capacidad para jugar tanto de base como de escolta. Su aporte desde la banca será un factor determinante, aportando puntos y energía.

Matías Aristu: El año pasado Boca apostó por subir del TNA a Eduardo Vasirani y la respuesta del pivote fue netamente positiva. En esta ocasión hizo algo parecido con Aristu, quien a sus 22 años viene de promediar 7,6 puntos en el campeón Comunicaciones. Su muy buena mano de tres (37%) será muy necesaria, dentro de un plantel con pocos tiradores naturales.

Adrían Boccia: Fue la gran apuesta del equipo en este mercado y terminó consiguiéndolo. Boccia es una garantía de jerarquía y seguramente se anotará como la principal vía de gol del plantel, al menos en el perímetro. Regresa a un club donde ya jugó un par de campañas atrás, esta vez con la expectativa de pelear más arriba.

Mariano Fierro: Otro de los que regresa a la institución es Mariano Fierro, quien viene de realizar una buena Liga con Hispano. Como Gamboa, será clave en la segunda unidad por su versatilidad en ambos costados (puede jugar de 3 y de 4) y su energía.

Matthew Bryan-Amaning: Así como Boccia será la referencia en el perímetro, Bryan-Amaning se apunta como uno de los faros del juego interior, junto a Lampropoulos (quien seguramente se desempeñará mayormente de frente al aro). El pivote ya demostró su calidad en el San Lorenzo campeón 2015/16 y probablemente vaya a tener un protagonismo mayor en este conjunto. El potencial que tiene Boca de ser capaz de pelear arriba está muy ligado a imaginar a un Bryan-Amaning dominante y en su mejor nivel.

El equipo

Luego de un par de temporadas en las que apenas pudo salvar la categoría, Boca intentó aprender de sus errores y en esta ocasión parece haberse reforzado con una jerarquía diferente. Más allá de que el equipo cuenta con varios interrogantes que deberá ir respondiendo la temporada, el tener a jugadores de la calidad de Boccia, Lampropoulos o Bryan-Amaning, ya presenta otro panorama.

El Xeneize se apunta como un plantel largo, aunque para eso necesita de la colaboración y la evolución de sus jóvenes. Gargallo ya demostró tener nivel para ser titular en la Liga, pero nombres como Aristu o Caffaro, entre otros, deberán mostrar que son capaces de extender la rotación y darle soluciones a un sólido quinteto inicial. A su vez, también será interesante la chance para el DT Gustavo Fernández, quien tras su buena tarea en el TNA tiene su primera oportunidad en la Liga Nacional

Ofensivamente, la mayor virtud de Boca estará en su juego interior. No solo cuenta con dos excelentes pivotes de ataque como Lampropoulos y Bryan-Amaning, sino que además sus perimetrales (Gargallo y Boccia) consiguen buena parte de sus puntos jugando en el poste bajo. En este sentido, el desafío pasará por conseguir espacios y no dejar a Pérez como el único tirador confiable del equipo. El entrenador ya le ha pedido a Gargallo que modifique parte de su juego y se apoye más en los lanzamientos externos, una situación que será clave pensando en la complementación con el resto del quinteto y la generación de espacios. Si los capitalinos logran abrir a las defensas desde afuera, el buen uno contra uno de sus jugadores cerca del aro podrá ser aprovechado al máximo. En caso contrario, todo se le hará demasiado cuesta arriba.

En cuanto al costado defensivo, Boca tiene valores importantes como la dupla Gargallo-Boccia, además de centímetros y kilos en el juego interior. Más allá de la incógnita de cómo responderá Lampropoulos ante ala pivotes de mayor agilidad y cuan determinante podrá ser Bryan-Amaning en este costado, la realidad es que las chances de tener una defensa por encima de la media están más que presentes. ¿Lo interesante? Con jugadores como Gargallo, Boccia, Gamboa o Fierro, que pueden jugar y marcar dos posiciones diferentes, Fernández tendrá un buen abanico táctico para experimentar.