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Uno intenta preguntar pero, antes de terminar la frase, nota en el interlocutor cierta sonrisa que adelanta la respuesta. "Aquí estamos viviendo el evento más importante del año de la Euroliga, no vamos a hablar sobre el conflicto con FIBA, sería restarle importancia al Final Four; la semana que viene seguramente volveremos a pelearnos, je je", nos dice en confianza alguien relacionado a la organización.

Y es lógico. El Final Four, transmitido a 200 países y con 600 periodistas de todo el mundo acreditados, jugándose en un estadio maravilloso para 13.000 espectadores, casi que obliga a todos a enfocarse en ello, pero el tema, escondido, está.

En Euroliga tienen claro algo: no está en negociación ni la Euroliga ni la Eurocup y están dispuestos a que FIBA participe de Euroleague Basketball. En criollo: a que tenga participación económica en la entidad, pero cero en organización o decisión. Así se simple. 

Y es que el negocio es multimillonario. Euroliga cerró en noviembre pasado un acuerdo por 10 años prorrogables con IMG ((International Management Group, una de las empresas más grandes del mundo relacionadas al deporte), por un total que puede llegar, dependiendo quién haga la cuenta, a entre 680 y 870 millones de euros. Una bestialidad.

El reparto asegura 360 millones de entrada para los clubes, más un dinero importante para la Eurocup, otro en inversión en marketing y TV y un estimativo por rendimiento, de ahí que las cifras no sean iguales para todos. 

Como además se cambia el formato (de 24 equipos a 16), jugando todos contra todos una serie regular de 30 partidos más playoffs y F4, los 36 millones por año garantidos a repartir entre 16 equipos suenan bien. Claro, nadie sabe a ciencia cierta si ese monto se agrandará poco, mucho o nada de acuerdo a las expectativas que generan los nuevos negocios que forman parte del acuerdo. IMG tardaría 6/7 años en obtener beneficios, que luego de repartirían 55% para Euroliga y 45% para IMG.

Lo cierto es que el año que viene la Liga estará formada por 11 equipos con licencia A (Real Madrid, FC Barcelona, Laboral Kutxa, Fenerbahçe, Anadolu Efes, Olympiacos, Panathinaikos, CSKA Moscú, Maccabi Tel Aviv, Zalgiris y Armani Milán), el campeón de Eurocup (Galatasaray), el campeón de la VTB, el de la Liga Adriática y el de la de Alemania, más un wild card, que está casi confirmado será para otro turco: Darussafaka.

Para IMG el negocio es claro: junta a los clubes más poderosos de Europa (salvo Baskonia), tendrá 4 equipos turcos (hoy un sostén económico clave), y aumenta la cantidad de partidos, además de hacer que todos vayan a todas las ciudades durante la regular. Desaparece el Top 16 y solo habrá una serie de playoffs antes del F4, con los primeros 8 clasificados.

FIBA no quiere quedarse afuera del negocio básicamente, pero tampoco le agrada el nuevo formato. Hasta este año, 13 de los 24 entraban a la competencia por mérito deportivo, número que ahora baja a 4 más un wild card. Pero, sobre todo, no acepta que se mantenga la Eurocup, que deja sin buenos equipos a la nueva FIBA Champions League. 

En Euroliga dicen que nadie les informó todavía que no participarán de esa competencia, más allá de que los italianos supuestamente van a renunciar, y otros dijeron que harán lo mismo. Tampoco tienen claro si la sentencia de esta semana anulando el acuerdo ACB-Euroliga tendrá consecuencias. "Nosotros simplemente hacemos lo que dicen los clubes, y los clubes quieren jugar nuestros torneos. Nadie puede obligarlos a otra cosa". 

A Euroliga mucho no le preocupa la amenaza de impedir que los países con equipos en Eurocup participen de las competencias internacionales. No es su ámbito. Hoy, su foco es IMG. Fuera de Euroliga, sin embargo, no son pocos los que dudan que el negocio sea tan grande como se vende. Y esperan a ver qué ocurre si las expectativas fuera de los 36 millones de euros asegurados por año, se confirman. Si eso no ocurre, creen que puede venirse otra historia.

Fabián García / [email protected]
Enviado especial al F4 de Berlín (Alemania)
En Twitter: @basquetplus