Basquetplus.com

Si las estadísticas están para ser rotas, los fantasmas están para ser destruidos, y mañana el CSKA tendrá su gran chance de hacerlo, aunque este fantasma sea muy grande y especial por partida doble: sus años de fracasos y la presencia de Zeljko Obradovic en el banco rival.

Por un lado, los rusos son, en cuanto a presencias en Final Four, el equipo más exitoso de los últimos 14 años: nada menos que 13 participaciones. Solo quedó afuera de la edición 2011, en un año que fue un papelón, perdiendo 7 de 10 partidos y quedando afuera en la primera fase, pese a tener un plantel tremendo, con varios que están hoy (Bykov, Khryapa, Kurbanov y Vosontsevich) y otros nombres conocidos: Shved, Holden, Langdon, Siskauskas, Smodiz y Boban Marjanovic. Dirigidos por Dusko Vujosevic.

De ahí en más, fue todo una calamidad. Siempre con el presupuesto más alto de Europa, siempre en el F4, siempre fracasando. En el 2012 comenzó su trauma con el Olympiacos, cayendo en la final 62-61 con un doble sobre la bocina de Printezis. En el 2013, los griegos los eliminaron en semis con una paliza, 69-52. En 2014, otra vez perdieron en la última pelota, pero en semifinales, contra el Maccabi 68-67 y el año pasado, en Madrid, nuevamente el verdugo fue Olympiacos, que dio vuelta un juego insólito con 11 de Spanoulis en el último cuarto (estaban 9 abajo), para dejarlo otra vez sin nada, 70-68.

Semejante racha es un fantasma en sí mismo, pero se agigante cuando enfrente está Obradovic, el más ganador de la historia, con este palmarés: 8 títulos con 4 equipos diferentes (Partizán, Joventut, Real Madrid, Panathinaikos), 9 finales, 15 F4 jugados con 6 clubes distintos (los mencionados antes más Benetton y Fenerbahce). Estará también la presión del entrenador Itoudis, asistente durante 13 años de Obradovic en Panathinaikos. Y, para completarla, la versión personal de Teodosic: séptima presencia en un F4 (2009 y 2010 con Olympiacos; 2012, 2013, 2014, 2015 y 2016 con CSKA), sin título alguno.

Itoudis dice: "En todo club grande existe la presión y cuando viene para hacer que los jugadores estén en estado de alerta, la tomo, está bien". Pero sabe que más allá de lo basquetbolístico, la presión, los fantasmas y los nervios tendrán tanta o más injerencia que la parte táctica. 

En lo deportivo, mucha paridad, aunque en distintos sitios. El CSKA con la mejor media cancha del torneo (De Colo, Teodosic) y uno de los internos más intensos de la competencia (Hines), más un plantel largo. Fenerbahce, con un talento en el dos (Bogdanovic), y superioridad a priori en la pintura, con Vesely, Antic y Udoh, más allá de que Antic es casi un tirador de tres puntos solamente en ofensiva. La otra marca del equipo turco la ponen dos obreros, como Sloukas y Datome, uno con su experiencia ganadora en Olympiacos y el otro tapando todos los agujeros y aportando lo que haga falta.

Berlín se prepara para la batalla esperada desde el día uno de la temporada. Fenerbahce, para darle a Turquía la primera corona de su historia. CSKA, para terminar con la racha que lo ha convertido en el eterno perdedor de la década.

Fabián García / [email protected]
Enviado especial al F4 de la Euroliga en Berlín (Alemania)
En Twitter: @basquetplus