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Decir que Michael Jordan es el mejor jugador de la historia del básquet mundial, no tiene mucho margen para discutir. Todo el mundo pudo ver lo que Su Majestad fue capaz de hacer dentro de una cancha de básquet con una pelota en la mano.

Pero los títulos también confirman lo que Michael hizo dentro de una cancha de básquet. Jordan dominó la NBA durante una década, allí lograron coronarse en seis ocasiones con Chicago Bulls, siendo el principal referente del equipo. Pero no fue lo único que ganó.

Todo comenzó en 1982. Ese año, Michael guió a Carolina del Norte a ganar el título de la NCAA y de esa manera levantó el primer título de su carrera. Un año después, representando a su país, Estados Unidos, en competencias FIBA, ganaron los Juegos Panamericanos que se desarrollaron en Caracas.

En 1984, en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, Estados Unidos dominó el torneo de básquet, tuvo un apabullante andar y cerró con récord de 8-0. Jordan fue una de las principales figuras. En 1991 comenzó la colección de anillos de campeón en la NBA, conocido por todo el mundo, se coronó en 1991, 1992, 1993, 1996, 1997 y 1998.

Pero en el medio de las consagraciones de la NBA, sumó dos títulos más en el plano internacional: en 1992 obtuvo el campeonato con Estados Unidos del FIBA Américas jugado en Portland y luego, en los Juegos Olímpicos, se presentó el recordado Dream Team que fue invencible y en el cual Jordan fue uno de sus líderes.

Michael Jordan se retiró con un récord insuperable y es el de haber ganado las 11 finales que disputó: seis de la NBA, dos Juegos Olímpicos, uno de la NCAA y dos torneos FIBA.