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No todos los días una franquicia tiene la oportunidad de reclutar a una superestrella, Charlotte Hornets tuvo dos... y las dejó ir en el draft. En 1996 seleccionaron a Kobe Bryant y en 2018 a Shai Gilgeous-Alexander, pero en ambos casos los traspasaron minutos después. Desde entonces, la franquicia ha sido perseguida por esos errores históricos mientras ambas estrellas se consolidaban en otros equipos.

Kobe Bryant fue elegido en el puesto 13 del draft de 1996 directamente desde el instituto, pero los Hornets lo enviaron de inmediato a los Lakers a cambio de Vlade Divac. Aunque Divac era un pívot competente, no se acercó al impacto que tendría Kobe, quien ganaría cinco títulos de la NBA, un MVP de liga y dos de las Finales, y se convertiría en un ícono global. Mientras tanto, Charlotte nunca logró acercarse siquiera a una final de conferencia.

En 2018, Charlotte seleccionó a Shai Gilgeous-Alexander, un base talentoso y completo, pero rápidamente lo intercambió por Miles Bridges y dos selecciones de segunda ronda. Aunque Bridges ha mostrado destellos de buen nivel, Shai ha explotado como una de las figuras de la NBA. Fue subcampeón al MVP en 2024 y lo ganó en 2025, liderando a Oklahoma City y perfilándose como una figura dominante del futuro.

Imaginar cómo habría sido el destino de los Hornets si hubieran conservado a Kobe o a Shai es inevitable. Cualquiera de ellos habría transformado a la franquicia, dándole estabilidad, protagonismo y quizás campeonatos.