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A sus 23 años, Anthony Edwards se está convirtiendo en el heredero más convincente de la NBA post-LeBron. En la primera ronda de los playoffs, comandó a los Minnesota Timberwolves a una sorpresiva victoria por 4-1 sobre los Lakers, eliminando a LeBron James con un rendimiento superlativo: promedió 26.8 puntos, 6.2 rebotes, 5 asistencias y 2.2 robos por partido. Su actuación consagratoria llegó en el juego 4, donde anotó 43 puntos con una confianza arrolladora. En el cierre de la serie, firmó una planilla de 15 puntos, 11 rebotes, 8 asistencias y 3 robos, erró todo desde el exterior (0/11) y aún así fue determinante.

“Significa mucho. Le ganamos al mejor jugador del mundo, al mejor jugador de la historia”, dijo Edwards con respeto tras el partido decisivo. No fue un comentario vacío: el escolta entiende que su lugar en la narrativa de la liga se construye enfrentando —y venciendo— a leyendas. Ya lo había hecho el año pasado al eliminar a Kevin Durant con Phoenix Suns en primera ronda y a Nikola Jokic con Denver Nuggets en la siguiente. Ahora fue el turno de LeBron. ¿Será Stephen Curry el próximo objetivo? El destino parece señalar en esa dirección, ya que Minnesota espera al ganador del cruce entre los Warriors y los Rockets.

Más allá de los nombres, Edwards ha demostrado estar listo para liderar una franquicia y asumir la presión de los momentos grandes. Adidas lo bautizó con un nuevo apodo: The King Slayer, el mata reyes. Pero lejos de celebrar con arrogancia, el joven estrella ha optado por combinar carácter competitivo con madurez emocional.

WOLVES TAKE DOWN LEBRON & LAKERS 🔥

ANOTHER ONE OFF ANT’S LIST ✍️❌ pic.twitter.com/iiSUJ56Nsa

— Bleacher Report (@BleacherReport) May 1, 2025