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Hace apenas unos días sorprendió la noticia que Gordon Hayward anunciaba su retiro como jugador a los 34 años luego de su última experiencia en Oklahoma City Thunder. El alero tuvo una larga carrera por la NBA, aunque una lesión, cuando arribó a Boston Celtics, le marcó el resto de su carrera y nunca pudo volver a ser el jugador que se esperaba que fuera.

Hayward había tenido su gran explosión en Utah Jazz, franquicia que lo eligió en la 9º posición del draft de 2010. Fueron ocho temporadas vistiendo esa camiseta y en 2017 se dio su salida de Salt Lake City. Estaba en el mejor momento de su carrera, tenía 26 años y venía creciendo a pasos agigantados, preparado para dar el gran salto.

Pero, lejos de llegar su explosión, Gordon sufrió una dura lesión en su primer partido vistiendo la camiseta de Boston y eso marcó su carrera para siempre porque nunca volvió a ser el que era. Hayward estuvo en el programa The Dan Le Batard Show y le confesó que estaba listo para firmar con el Heat después de su reunión con Pat Riley y compañía, pero su agente, Mark Bartelstein, insistió en que completara las otras reuniones en su agenda, incluida una con los Boston Celtics.

“Recuerdo vívidamente que le decía a mi agente después de cada reunión, como cuando empecé con Miami, y yo le decía: 'Quiero ir a Miami. Ni siquiera necesitamos hacer las otras reuniones'. Miami es el lugar donde quiero estar, y él me decía: 'Bueno, tenemos que escuchar a todos'”, comenzó Gordon. Enseguida agregó: “El Heat siempre ha sido una organización de primera clase, así que estuve muy, muy cerca de firmar allí. Siento que Spoelstra es uno de los mejores entrenadores de la liga y, obviamente, Pat Riley es una leyenda por derecho propio”.

Finalmente su destino cambió: “Estuve muy cerca. Además, mi cuñado vive en Miami. A mi esposa le hubiera encantado vivir allí y disfrutar de la playa y todo. Pero finalmente decidió irse a Boston”. Haciendo futurología, quizás su lesión no hubiese si decidía irse al Heat en vez de elegir a los Celtics.

¿Por qué eligió Boston si su deseo y el de mujer era fichar en Miami? El motivo tiene nombre y apellido: Brad Stevens. “Fue el reencuentro con Brad el que me hizo cambiar de opinión, Brad fue quien me convenció. Es difícil competir con alguien con quien jugué en Butler. Tuvo un gran impacto en mi vida. Eso fue algo clave, poder jugar para él nuevamente”, comentó Hayward. Para cerrar, expresó: “Stevens fue uno de los primeros en decirme que pensaba que tenía la oportunidad de jugar en la NBA, así que tuvimos una gran relación y sentí que ese era el lugar para mí”.