NBA

El tridente que nunca fue

17:33 12/02/2022 | Brooklyn quiso revolucionar la NBA con el fichaje de Durant, Harden e Irving, pero nunca logró ni juntarlos ni formar un grupo.

Durant, Irving y Harden: experimento fallido (Getty)

Hay apuestas más arriesgadas que otras, y Brooklyn decidió en su momento romper el mercado y ponerlo todo, pese a que las señales no eran tan claras. El día del comienzo de la gran movida fue el 6 de julio del 2019. Ese sábado, Sean Marks, el GM de los Nets, firmó a Kyrie Irving, agente libre tras su salida de Boston. También incorporó a DeAndre Jordan. Un día después, daba el batacazo contratando a Kevin Durant, que estaba roto y no iba a poder jugar esa temporada venidera, tras haberse lastimado el Aquiles. 

La jugada explotó en el mundo entero. Brooklyn, a mediados del 2019, pensaba en la temporada 2020/21. El entrenador era Kenny Atkinson, de quien Pablo Prigioni había sido asistente justamente hasta la 2018/19, para irse luego a Minnesota. Atkinson dirigió a Irving en la 2019/20 (es un decir, porque Kyrie jugó 20 partidos, se lesionó y luego no fue a la burbuja), y en marzo fue despedido. En Orlando estuvo Jacque Vaughn. 

Pero Marks tenía más movimientos en mente. Además de fichar a Steve Nash como nuevo entrenador, algo que nadie imaginaba, ya que Nash nunca fue técnico, en enero del 2021, con media temporada jugada, dio el otro volantazo, y en un canje múltiple se quedó con James Harden, que ya no quería seguir en Houston. En el revoleo, dejó ir a Jarrett Allen, a Levert y le dio a Houston sus 6 picks de primera ronda del draft del 2022 al 2027. Jugada de riesgo. Pero armó el tridente más explosivo de la temporada. 

Las cosas no fueron bien de arranque. Para cuando llegó Harden, Irving estaba lesionado, pero el 20 de enero del año pasado finalmente coincidieron en cancha por primera vez los tres juntos. Y perdieron. En Cleveland, 147-135 en doble suplementario. Pero bueno, una gota no hace un oceáno, así que no era una tragedia. El siguiente partido también lo perdieron, otra vez ante los Cavs, pero KD no se vistió. Esa sería la línea de este tridente. Un día faltaba uno, otro día otro, otro día dos. 

Sin embargo, tener a Durant era un extra único. Y pese a los contratiempos (jugaron solo 14 partidos juntos los 3 ese año), llegaron a la final del Este ante Milwaukee, donde llegaron a estar 3-2 arriba. Perdieron el sexto (ya en el quinto se había lesionado Kyrie), y en el séptimo, Durant pisó cuando tiró de 3 puntos la última bola del tiempo regular. Si no, hubiesen ganado el partido, la serie ¿y el anillo? Contrafáctico, imposible de saber. Pero había buenas chances. 

Este año fue todo a peor. La tozudez de Irving de no vacunarse hizo que se perdiera media temporada y que igualmente siga sin poder jugar de local. KD sigue lesionado y se perdió 19 partidos este año. Harden, 11. Y lo de Irving colmó el vaso (chiquito), de la Barba, que por segunda vez en un año (unos días más), pidió irse del equipo que estaba. Todo como parte del mismo contrato que extendió con los Rockets en el 2017. 

El final ya lo sabemos todos. Harden logró su objetivo y partió a Philadelphia. Irving sigue sin vacunarse y KD no volvió. Se espera que lo haga post All Star. El experimento no funcionó. Tres personalidades muy distintas y demasiago ego en dos de ellas. En este tiempo, jugaron solamente 16 partidos juntos, de los que ganaron 13. El anillo juntos ya no será posible. Habrá que ver si uno de los dos nuevos bandos lo consigue por su lado. 

 

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