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Magic Johnson es conocido como uno de los mejores bases de la historia de la NBA, sino el mejor. Sin embargo, en su infancia Earvin se definía como un enorme anotador a partir de su tamaño y su gran talento.

Pero hubo un momento que todo cambió: “La historia que cambió mi vida fue que cuando era pequeño era un anotador dominante. Así que el puntaje probablemente sería de 25 a, digamos, 10. Yo anotaría 23 de los 25 puntos. Un día ganamos el partido. Podía escuchar a los padres hablando, ese chico Johnson, él estaba tomando cada tiro, estaba anotando todos los puntos”.

Y siguió: “También mis compañeros le respondieron a sus padres y eso me dolió mucho. Empecé a llorar porque estaban decepcionados conmigo, como si yo fuera el que lanzaba todos los tiros. Mi padre simplemente dijo, bueno, ¿qué vas a hacer? No lo sé ahora, papá, pero el próximo sábado lo voy a resolver”. “Lo que hice fue decidir que era más alto que la mayoría de los chicos. Cuando tomaba el rebote ofensivo cuando uno de mis compañeros de equipo tiraba, en lugar de devolverlo a la canasta porque estaba debajo del aro, lo pasaba hacia afuera y les daba más tiros y más oportunidades de anotar. Y me gusta esa sensación”.

Y cerró: “Siempre y cuando ganemos. No quiero que nadie se equivoque en algo sobre Magic Johnson. Lo que quiero es ganar. Así que si ese chico fallaba, le daba dos tiros. Si fallaba, yo iba a empezar a tirar”.