Juegos Olímpicos

A 16 años del día que Carlos Delfino se convirtió en Dios ante Grecia

17:20 20/08/2024 | Con una Argentina complicada en Beijing 2008, el santafesino apareció con 18 puntos consecutivos para ser clave en el pase a semifinales de los Juegos Olímpícos.

Delfino y su noche brillante ante Grecia (Getty)

La Generación Dorada ha tenido momentos claves de todos sus jugadores, que sirvieron para lograr gestas históricas o triunfos épicos. Desde la tapa de Rubén Wolkowyski ante Alemania en la semifinal del Mundial 2002, pasando por la palomita de Manu Ginóbili ante Serbia o la ráfaga de Walter Herrmann frente a Grecia en Atenas 2004.

Pero hubo una aparición monstruosa que duró casi todo un segundo tiempo y fue la clave para que Argentina llegara a semifinales en Beijing 2008. Es que en esa segunda parte también ante los griegos, podemos decir que Carlos Delfino se vistió de dios y convirtió 18 puntos consecutivos.

Faltaban exactamente 1.51 del tercer cuarto cuando Manu Ginóbili le abrió un pase al Lancha, que se plantó de tres puntos y convirtió para darle el liderazgo a Argentina por 56 a 53. Acto seguido, un nuevo triple desde la esquina izquierda a pase de Manu.

Ya en el último cuarto, Delfino solo veía el aro como una palangana diríamos, y anotaría de todas las maneras y colores. Primero fue un triple en el eje a partir de un pick con Luifa Scola, después un aclarado que terminó en bandeja de derecha, un doble de fade away desde el poste.

Para finalizar esta ráfaga infernal, se ubicó de gran forma en la esquina izquierda y anotó su tercer triple en este lapso, para culminar la faena con otro fade away desde el poste bajo.

18 puntos consecutivos, cuatro triples y tres dobles que fueron un bálsamo para una Argentina que encontró los caminos gracias a un santafesino que demostró todo su talento en poco menos de 20 minutos. Todo terminaría en victoria y clasificación a semifinales, clave para lograr el bronce olímpico y la segunda medalla consecutiva.

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