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A diferencia de los jugadores, en la NBA no hay tantos entrenadores multicampeones. De hecho, solo cinco ganaron cinco o más anillos, apenas uno ganó tres y catorce han saboreado en total más de una vez el gusto de colocarse un anillo. El problema es que hay dos personas que acaparan todo: Phil Jackson y Red Auerbach. 

El segundo fue el supercampeón de la primera era, sumando 9 campeonatos, al ser el que comandó a los Celtics a su fabulosa racha de 8 campeonatos seguidos entre 1959 y 1966. Fue el hombre que popularizo la imagen que luego copiaron mucho de festejar encendiendo un habano. 

Hubo que esperar 36 años para que alguien fuera capaz de igualar semejante hazaña. Y el que lo hizo fue, obviamente, el coach zen, Phil Jackson, que en ese 2002 sumó su tercer tricampeonato. Lo había logrado dos veces con los Bulls de Jordan (1991-1993 y 1996-1998), y en esta ocasión lo conseguía con los Lakers de Shaq y Kobe (2000-2002). Jackson dio un paso más y agregó dos anillos a su colección, nuevamente con los Lakers, ahora comandados solo por Bryant y con Pau Gasol como principal ladero (2009 y 2010).

El tercero en la lista  fue el primer gran campeón de la historia: John Kundla. Su nombre es poco conocido, pero con los Minneapolis Lakers, antes de su mudanza a Los Ángeles, sumó 5 anillos en 6 temporadas. Fue el conductor del plantel que tuvo al primer gran pivote de todos los tiempos: George Mikan. 

Detrás, llegan dos conocidos. Uno, el gran Gregg Popovich, también con 5 títulos, todos con los Spurs, haciendo de la franquicia un modelo de conducta, juego y desarrollo. En una ciudad sin interés para la Liga, creó la entidad más ganadora del deporte profesional americano de los últimos 50 años. 

Con cinco títulos también viene alguien muy ligado a las actuales finales, por partida doble: Pat Riley. El hombre que usufructuó en los Lakers de los 80 el showtime creado por Jack McKinney (leer su increíble historia aquí por favor), que luego giró 180 grados y armó unos Knicks combativos en los 90 (nunca fueron campeones) y que desembarcó en Miami en 1995 para hacerlo campeón, es hoy el general manager de uno de los finalistas, ante los angelinos, con los que ganó sus primeros cuatro títulos. 

El único entrenador con tres campeonatos, y con edad para sumar varios más, es Steve Kerr, que ganó los tres en sus primeros cuatro años como entrenador. El exjugador tiene 55 años, lleva seis en la NBA, y tiene otros cinco anillos como jugador (3 con Chicago, 2 con San Antonio). Y fue entrenado por Phil Jackson. Mucho círculo ganador a su alrededor. 

Con dos títulos hay ocho entrenadores, pero nos interesa el único que está todavía en actividad: Erik Spoelstra. Hijo de madre filipina y de padre norteamericano pero con ascendencia holandesa e irlandesa, el entrenador de Miami parece ser de esos tipos que jamás pierden la calma. Su imagen con aires asiáticos quizá influye en ese pensamiento. 

A punto de cumplir 50 años (1 de noviembre), Erik tiene la gran chance de conseguir su anillo número tres sin la presencia del tridente LeBron-Wade-Bosh, y con mucha más injerencia en el juego del equipo. Le puso su marca, como se la venía poniendo desde que LeBron se fue en el 2014. Es producto de Riley, pero con cabeza propia, convencida. Pat le da alas y él las toma. Probablemente no sea este año, o el que viene. Pero la forma de trabajar de Spoesltra da frutos. En algún momento. Es parte del lote de entrenadores jóvenes y capaces (con Kerr, con Stevens y alguno más), que llegaron para ser referentes.