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Si bien falta mucho y todo puede cambiar en cualquier momento, en la NBA es habitual planificar con anticipación. A veces, con muchísima. El ejemplo mayor hoy en día quizá sea Oklahoma City, vapuleado por la prensa y rivales durante algunos años por los papelones que hizo en la cancha, mientras Sam Presti se reía tras su escritorio juntando picks de draft. Hoy es el 1 del Oeste (el año pasado ya se destacó), y tiene el plantel más joven de la NBA. 

Se ve que lo de Presti prendió bastante, porque ahora otros lo copiaron en cuanto a acumular picks de draft. No es el caso de Brooklyn que, como otras franquicias (Knicks, Lakers, por dar dos ejemplos), no pueden darse el lujo de estar mucho tiempo con equipos perdedores y por eso sus planes suelen ser más cortos. Pues bien, los Nets están armando algo de término medio. 

El manager Sean Marks, viejo y gran amigo de la Vaca Gabriel Fernández (chiste para entendidos, que estará en otra nota hoy mismo), ya probó armar megaequipos llenos de estrellas y fracasó. Con algo de mala suerte también, es cierto, por la pandemia, pero la realidad es que no llegó a los objetivos previstos. Entonces ahora arma algo a dos años. 

Primero, junta espacio salarial en su chanchito, sin gastar nada de más. Hoy está 16º en la tabla de sueldos, con 172 millones y un futuro liberado. Terminan este año contrato Ben Simmons (el más alto, 40 millones), Bojan Bogdanovic (19), D'Angelo Russell (18.6) y Melton (12.8). Solo le quedan, de los medianamente altos, los de Nicolas Claxton (3 años más) y Cam Johnson (2 años más). Entre los 2, 45 millones anuales. 

Todo este plan es para ir por Giannis Antetokounmpo en el 2026. Si bien Giannis acaba de firmar una extensión por 3 temporadas multimillonaria (175 millones desde la 2025/26), eso no sería problema para Brooklyn. ¿Por qué iría Giannis a los Nets? Buena pregunta. La realidad es que el griego tiene 30 años recién cumplidos, ya ganó un anillo con Milwaukee y nadie podría reprocharle nada. Pero lo cierto es que suena difícil que pueda volver a armar otro equipo campeón a corto plazo. 

Es como que Anteto podría hacer la plancha en los Bucks el resto de su carrera, juntar unos cientos de millones y ser el ídolo local, pero con baja ambición deportiva. Aunque el griego es especial y suele no poner el dinero por encima de las cosas, Brooklyn sería un enorme desafío para él, si pueden armar algo más completo. No pasa por la gran ciudad o el marketing, sino por un nuevo y quizá último desafío para su carrera. Para los Nets es el gran objetivo. Si no, tendrán que ir por un plan B. Plata no les va a faltar.