Liga Nacional 2020/21

Xavier Carreras, el más argentino de los dominicanos

21:37 29/12/2020 | Llegó al país a los cuatro años. Le gustaba el fútbol, pero se enamoró del básquet. La peleó de abajo y hoy está en lo más alto. Conocé su historia de vida.

Carreras en Regatas (Foto: La Liga Contenidos)

Una valija, incertidumbre y escasas expectativas. Prácticamente no tenía idea de nada. Lisa y llanamente. Es entendible, apenas celebraba su cuarto año de vida y su familia estaba a punto de cambiarlo todo. 

Su mamá, Elisabeth Peguero, tampoco mucho entendía y luego de un periodo de adaptación en Buenos Aires con su esposo, Manuel Tomás Carreras, recibió una gran sorpresa: el hijo del matrimonio, y protagonista de la historia, un inquieto llamado Xavier, golpeó su puerta y nunca más se fue de la gran ciudad.

El pequeño Xavi llegó de República Dominicana para acompañar a sus padres, quienes dejaron atrás el cálido lugar en busca de un mejor pasar. Ellos tenían dos opciones: Argentina o Estados Unidos. Él les dice "mis viejos" como un porteño más y de centroamericano no tiene casi nada, solo sus trenzas y rasgos faciales.

"Mi mamá tenía muchas ganas de volverse, veía todo muy oscuro acá, no había colores como en nuestro país de origen", confiesa Carreras. Pero la llegada de su pequeño le permitió juntar fuerzas y sobrevivir en el medio de la furia. 

Un mundo nuevo
Autos, bocinas, cemento y discusiones distaban muchísimo de la paz de Bayaguana, el lugar donde Xavi nació un 9 de octubre de 1994. "Cuando llegué no le quedó otra que quedarse", comenta sin aguantar la risa el jugador de Regatas.

Lamentablemente, los papás de Xavi se separaron un tiempo después. Él se quedó con Elisabeth en la capital y Manuel se fue a vivir a España. "Mi mamá no conocía a nadie en Buenos Aires, era un quilombo. Estaba siempre trabajando y hasta lloraba por las noches queriéndose volver. Por suerte yo no me acuerdo mucho, pero no noté en demasía la diferencia de un país al otro", recuerda.

Desde la escuela primaria que Xavier es un criollo y otra muestra de eso es la pronunciación de la doble l. El que lo escuche por teléfono no lo diferenciará de cualquier otro argentino. Porque él es como cualquier otro argentino. 

Justo en esa época el exterior descubrió el básquet. No podía ser menos que sus compañeros y anteriormente fantaseaba con ser jugador de fútbol. También la rompía en el handball... Su estatura, al contrario de ahora,  era promedio y hasta los 16 años no pegó ningún estirón.

"De la primaria y la infancia todos mis amigos son argentinos y siempre me trataron muy bien. De hecho, empecé con este deporte gracias a ellos", esbozó quien solo aguantó hasta los 10 años la pasión por la blanca y negra. "Uno de ellos me preguntó si me gustaba el básquet y le dije que sí. Yo tenía mucha facilidad con las manos porque también jugaba al handball. Él habló con el técnico y al principio me costó mucho, no entendía el cambio de cancha, ¡hasta me mandaron a un partido sin siquiera haber entrenado!", rememora Carreras. 

Cambio de vereda 
La vida pasó y a los 16 llegó otra sorpresa a la casa de los Carreras. ¡Xavi había pegado un salto de 45 centímetros de altura! Poco aguantó en el Club U.G.A.B. (Unión General Armenia de Beneficencia) y en el 2013 lo vino a buscar River: "Me quería ir a jugar a otro lado. Soñaba con dedicarme al básquet. Hablé con el equipo primero y al principio me costó un poco que entendieran, pero después charlamos y me dieron la posibilidad de recalar en el Millonario". 

Las buenas recién empezaban a surgir y luego de un mini torneo en Buenos Aires, en el que River ascendió, la chance de seguir subiendo de categorías apareció: "No estaba nacionalizado todavía, pero al no haber jugado nunca en Dominicana, tuve la chance de disputar el Torneo Federal sin problemas". 

Su lema: "Siempre fui de a poco, paso a paso". Y la vida, con ese lineamiento, lo puso a prueba. Pasó a San Lorenzo de Chivilcoy, después se fue a Tomás de Rocamora y se rompió el hombro para luego tener una nueva chance en Ciclista de Junín en 2006, adonde se quedó hasta 2008. 

"Ciclista me dijo que me bancaba la rehabilitación y por eso siempre voy a estar muy agradecido con ellos", reconoce Carreras, que desde ese momento no paró. Primero logró afianzarse en el ascenso y en la 2018/19 estuvo en Petrolero. "De estas categorías siempre me quedarán las juntadas entre amigos, las comidas... Me tocó perder más de lo que gané, pero por suerte en todos los conjuntos tuve grupos muy unidos", exclama con añoranza el alero. 

La nueva oportunidad llegaría en Concordia y el desenlace de su arribo a Estudiantes fue increíble: "Primero tenía algo arreglado para ir a Plottier y me cerraba por todos lados. Estuve a punto de firmar, pero algo me dijo que espere un poco a ver qué pasaba. Mi representante me bancó y me comentó que iba a ser una decisión mía". 

Salto a primera
La Liga Nacional golpeó sus puertas y aquella corazonada fue lo que le permitió dar el salto a la máxima categoría: "Teníamos esa incertidumbre, hasta estuve cerca de ir a Norte... En eso me avisó Martín Budding, mi agente, que había sondeos de equipos de la primera y eventualmente se confirmó lo de Estudiantes. Ya conocía a Chiche Jápez y estaba muy feliz, contento de lo que pasó, sobre todo porque iba a compartir equipo con Nacho Laterza, que era mi compañero en Ciclista. Él no sabía nada, lo llamé porque me enteré primero y se emocionó un montón". 

El cambio no fue fácil: "Llegué a Estudiantes pensando que iba a jugar de tres, pero estuve toda la temporada desempeñándome de cuatro por diferentes situaciones. Me costó más que nada por el tema del físico. En la pintura me castigaba mucho. Al que más me costó defender en esa época fue a Mariano Fierro de Comunicaciones, no lo podía parar".

Xavi se destaca por su ética de entrenamiento y en todas las pretemporadas trabaja muy duro para mejorar sus falencias. No obstante, esta vez la cosa pasaba por otro lado y necesitaba ayuda: "Por estas situaciones me frustraba bastante y empecé con el coaching deportivo, que me ayudó mucho. Además, pude ver el lado bueno y en ataque pude comprender que era más rápido y liviano que el resto de los internos, sacándole jugo al recibir, tener un tiempo extra para pensar y decidir qué hacer".

Luego de una temporada en Estudiantes dio el salto a Regatas de Corrientes y allí las cosas se repitieron. Hasta el momento se mantiene jugando tanto de tres como de cuatro, elevando paulatinamente sus rendimientos y sintiéndose cómodo con el grupo, de quien destaca que "siempre me dan confianza los chicos y el entrenador, me piden que tome mis tiros y que no dude". 

Argentino por oficio y obligación
"Argentina es mi casa. Es más casa que República Dominicana. Nací en ese lugar y me encantaría volver. Toda mi familia es de ahí y tenía pensado ir antes de que ocurra la pandemia. Ni siquiera tengo la tonada de mi país de origen. La gente cuando me ve y escucha hablar no lo puede creer. Soy argentino argentino", remarca con énfasis Xavi. 

Como ven, en la vida hay muchos caminos y ningún fabricado destino. Xavier Carreras es el mejor ejemplo. No es dominicano, sino más argentino que el vino.  

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @nachomiranda14

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