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El seleccionado argentino masculino de básquet debutará en los Juegos Olímpicos de Tokio en siete días, más precisamente el lunes 26 de julio a las 1:40 ante Eslovenia, uno de los equipos que logró la clasificación al torneo tras un excelente repechaje en Kaunas, Lituania.

Quien utilizará el número siete en Argentina es Facundo Campazzo y, valga la redundancia, siete serán, entre muchas otras más, las razones para verlo en el certamen que reunirá a los mejores países del mundo en la disciplina.

El primero de los motivos para seguir al cordobés (y a su seleccionado) es su habilidad para hacer estragos en el pick and roll, en un esquema de Sergio Hernández que se nutre constantemente de la creación con el balón del guardia de los Nuggets y del resto de sus compañeros en el puesto.

Relacionado con eso, la segunda razón para presenciarlo en Tokio es su capacidad como pasador, con su adaptabilidad para realizar asistencias desde cualquier punto de la cancha, demostrándolo en la NBA y en China 2019, donde promedió 7,8 entregas que le permitieron ser el tercero mejor en el apartado en el torneo. 

El tercer porqué se debe a que vuelve al mundo FIBA tras una campaña en la NBA y tendrá a disposición una distancia menor para lanzar al aro, algo que puede ser una ventaja para él, sobre todo porque se mantuvo en un 35,2% en la regular con Denver y con un excelente 39,6% en sus diez juegos en los playoffs 2020/21.

Continuando por esa línea, en el costado ofensivo reside también el cuarto motivo para seguirlo y será lo que pueda hacer en transición, con su habilidad para ser finalizador o detectar a sus compañeros que rápidamente se repliegan en las esquinas o con los grandes en las caídas como tráilers.

A su vez, atrás también será sumamente disfrutable y el quinto argumento a su favor es su defensa hombre a hombre frente a las estrellas exteriores rivales con las que se medirá. Supo ser el noveno principal en el último Mundial en promedio de robos (1,9) y buscará repetir el privilegio en Tokio.

Su carisma, por otro lado, siempre es una buena excusa para verlo y esa sonrisa que siempre esboza cuando le salen de forma óptima las cosas en la cancha será trascendental en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021.

Por último, su experiencia y sed de revancha por lo realizado en China terminarán siendo factores a seguir en el universo de Campazzo, quien llega a Tokio tras una campaña de adaptación en los Nuggets y luego de caer en la final del último Mundial ante España. 

Siete razones, siete motivos para ver al número siete en su hábitat natural, en el planeta en el que pocos lo pueden igualar y frenar. Poco a poco, el balón empieza a girar y Facundo Campazzo solo quiere jugar. 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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