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Estados Unidos es la gran potencia del básquet mundial. Los norteamericanos dominaron la competencia por países, fueron los más ganadores a través de la historia. Para el Mundial FIBA 2023 los creadores de la mejor liga del planeta tienen que recuperar el terreno perdido en el 2019, cuando fueron séptimos. Pero la nómina para el certamen ecuménico próximo a comenzar en Japón, Filipinas e Indonesia, no genera muchas expectativas.

Steve Kerr lleva un plantel con algunas figuras emergentes y jovenes baluartes importantes que están haciendo sus primeras armas. La nómina presenta escasa experiencia en competencias FIBA y solo cuatro jugadores de la lista estuvieron en un All Star: Brandon Ingram, Anthony Edwards, Jaren Jackson Jr. y Tyrese Haliburton.

Uno de los críticos del equipo estadounidense es el siempre polémico Gilbert Arenas. En su podcast tuvo como invitado a Trae Young y hablaron sobre el representativo nacional, siendo el propio jugador de Atlanta Hawks una de las estrellas que quedó afuera luego de haber formado parte del equipo en los Juegos Olímpicos Tokio 2020.

"¿Ves esa plantilla que Steve Kerr obtuvo? Un grupo lamentable”, dijo Arenas, tres veces All-Star de la NBA de 2005 a 2007. “Estoy feliz por los jugadores que llegan ahí. Es genial. Es genial para algunos de los jugadores que llegaron allí, algunos de ellos probablemente ni siquiera son titulares en su equipo”, enfatizó.

Kerr había hecho mención que su objetivo era crear un equipo que pudiera adaptarse al juego y las reglas de la FIBA mientras sobresalía en un estilo diferente de baloncesto, especialmente en lo que respecta a la defensa.

Para cerrar, Arenas comentó: "No quiero mirarlo. Porque a veces es vergonzoso cuando tienes jugadores estrella que quieren participar, y automáticamente dices: 'Sí, no va a encajar en nuestro estilo'. ¿Cómo sabés que no va a encajar en el estilo si no le diste una oportunidad?”.