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Hay personas cuyas opiniones crecen a partir de lo que lograron y los valores que transmitieron. Una de ellas es Rubén Magnano, el entrenador que guió a la Generación Dorada al oro olímpico en Atenas 2004.

Junto a la mejor camada de todos los tiempos del básquet argentino, el cordobés fue el responsable de llevar a Argentina al subcampeonato mundial del 2002 también y al oro en el Premundial del 2001.

En este caso fue consultado por el programa Centro a la Olla por su opinión sobre Ginóbili, y contó: “Tuve el privilegio y fui un afortunado de poderlo dirigir. A veces los entrenadores tenemos esas particularidades que la vida nos castiga de esta manera, poniéndonos en las manos para disfrutar a jugadores como Ginóbili”.

Y agregó cuál es su concepto sobre el bahiense, una pieza clave en todo su proceso como seleccionador de la albiceleste: “Es un ícono, es un referente. Yo tengo un concepto muy especial sobre él. Para mi fue el deportista de todos los tiempos. Por todo lo que hace al concepto de lo que es un deportista. Es un elemento muy especial, una persona extremadamente especial. Todo lo que viví al lado de él lo hace especial también. Es un personaje bastante único”.