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Durante su discurso ante su llegada al Salón de la Fama de la NBA, Chris Bosh no solo se acordó de los que estaban presentes allí con él, sino que también tuvo palabras para aquellos que ya no están. Entre ellos recordó a Kobe Bryant, a quien lo definió como una inspiración para su generación.

En concordancia con esto, el exinterno recordó una anécdota que lo marcó para siempre. Fue en la previa de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, cuando Estados Unidos armó el denominado Redeem Team, compuesto por las mayores figuras de la NBA en ese momento, entre ellos los mencionados Bryant y Bosh. El ex Toronto Raptors y Miami Heat recordó: “Yo quería establecerme como un líder joven del equipo: quería despertarme muy temprano desde el primer día. Mi objetivo era ser el primero en el desayuno. Me puse la alarma, me desperté cuando salió el sol, salí de la cama, me puse la ropa y bajé a desayunar. Pero cuando llegué, Kobe ya estaba ahí, con hielo en sus rodillas y empapado. Me tomó un rato darme cuenta, pero no solo se había levantado antes que yo, sino que ya había entrenado. Kobe había jugado en las finales de la NBA algunos días antes, yo llevaba meses sin jugar y estaba cansado”.

Luego, el ganador de dos anillos comentó la lección que aprendió del escolta: “Lo que hizo esa mañana me resultaba incomprensible. La dedicación que tenía apenas días después de perder una final, me enseñó algo que nunca olvidaré: a las leyendas no las definen sus éxitos, se las define por cómo se levantan de sus fracasos”.