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Luciano Chuzito González lleva inscrito en su DNI una fecha de nacimiento que no refleja la realidad: el 1° de enero de 1990. Sin embargo, su verdadero cumpleaños es el 28 de diciembre de 1989. Detrás de esta peculiaridad hay una decisión estratégica de su padre, Luis Chuzo González, para garantizar que su hijo no enfrentara las complicaciones que, según él, habían sufrido algunos de sus compañeros por haber nacido en diciembre. “No lo quería anotar en diciembre porque se iba a pasar de categoría y me iba a putear toda la vida”, confesó el Chuzo.

El Chuzo compartió cómo su obsesión con el básquet influyó en esta decisión. Durante su etapa en Atenas de Córdoba, observó cómo algunos de sus compañeros, nacidos en diciembre, tuvieron que jugar en categorías superiores por unos días de diferencia. “Siempre los escuchaba putear porque sus padres los habían anotado en diciembre”, recordó en un informe de Lucas Leiva. Para evitar que Luciano pasara por lo mismo, se tomó el tiempo de encontrar una solución poco convencional.

En su relato, Chuzo explicó cómo recurrió al dirigente de Atenas donde jugaba, Felipe Lábaque, para registrar oficialmente a Luciano en enero. “Hablé con el sanatorio de Paraná y no me dieron mucha bola, así que llamé a Felo. Le expliqué el inconveniente y me dijo: ‘Traelo y lo anotamos en Córdoba’. Y así fue. Aunque es entrerriano, en los papeles figura como cordobés”, detalló Chuzo, quien no ocultó su satisfacción por esta jugada estratégica.

Chuzito también se tomó con humor la historia de su nacimiento administrativo, señalando que su padre siempre quiso que fuera jugador de básquet. “Mi viejo quería que mi destino fuese dedicarme a esto. Nunca imaginó otra cosa”, comentó. Con esta decisión, el Chuzo dejó un legado más allá de las estadísticas y campeonatos: un vínculo simbólico con el deporte que Luciano honra cada vez que pisa una cancha. "Ese fue como el primer indicio de que hiciera básquet", resumió Chuzo.

La estrategia salió bien, Chuzito fue campeón y un gran anotador como su papá. El destino redondeó la historia, Chuzito pasó por Atenas, lugar fundamental para su segundo nacimiento y ahora llegó a Peñarol, destino que también tuvo Luis ¿Su debut? un triunfo frente a San Lorenzo con 11 puntos. Una historia de padre-hijo que aún se escribe.

Pablo Catalá / [email protected] 
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