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El Girona vivió una noche mágica en Fontajau al superar con autoridad al Baskonia por 96-67, en un partido que marcó un punto de inflexión para los catalanes. Liderados por un imparable Juan Fernández, que terminó con 29 puntos y 18 de ellos en la primera mitad, los rojos salieron decididos a demostrar que merecen quedarse en la Liga ACB. Con esta victoria, Girona abandonó la zona de descenso y, de paso, condenó al Baskonia a quedar fuera de la Copa del Rey, cerrando cualquier posibilidad matemática para los dirigidos por Pablo Laso.

El dominio local quedó claro desde el primer cuarto, donde el Girona impuso su intensidad y dejó sin respuestas al Baskonia. Fernández fue letal bajo el aro, bien alimentado por Juani Marcos, quien repartió 7 asistencias en una actuación magistral como armador. Al descanso, el marcador ya reflejaba un contundente 45-25, con una diferencia abrumadora en los rebotes (25-14) y el pobre desempeño exterior del Baskonia (2 de 15 en triples). 

El tercer cuarto fue un festival ofensivo para los gerundenses, que estiraron la ventaja a 30 puntos (60-33) con un Maxi Fjellerup muy activo, aportando 7 puntos y 8 rebotes. Fran Cáffaro hizo lo suyo sumando 5 tantos en 3 minutos. El Girona, lejos de conformarse, mantuvo la intensidad hasta el final, con Fernández sellando una de las mejores actuaciones individuales de su carrera en la Liga ACB.

El triunfo no solo da aire al Girona en su lucha por la permanencia, sino que envía un fuerte mensaje a sus rivales directos.  Sin carácter ni reacción, el equipo vitoriano terminó desdibujado, cerrando el partido con una diferencia de 29 puntos y perdiendo cualquier chance de clasificación a la Copa del Rey. En contraste, el Girona mostró que, con actuaciones como esta, el descenso no es una opción, y el protagonismo argentino fue clave en una jornada para el recuerdo.

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