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Los ídolos de muchos también tienen sus ídolos. Por ejemplo el caso de Michael Jordan, adorado e idolatrado por muchísima gente, muchísimos fanáticos, muchos de ellos contemporáneos de la época dorada de los Bulls ganando seis anillos de campeón liderados por Su Majestad. En sus primeros años en la NBA, la estrella de Chicago se encargó de destacar a quién anhelaba como jugador y quién fue su peor rival para jugar un mano a mano.

Walter Davis, fue una figura destacada en la NBA, fue seleccionado en el quinto puesto del draft de 1977 por los Suns. Inmediatamente se destacó en la liga estadounidense, ganando el título de Novato del Año después de promediar 24.2 puntos por partido en su temporada debut. Pasó la mayor parte de su carrera con los Suns, donde sus contribuciones al equipo llevaron a que retiraran su número 6. Además de convertirse como el máximo anotador de la franquicia.

Davis, quien jugó para la Universidad de Carolina del Norte entre 1974 y 1977, había sido una figura clave durante los años formativos de Jordan. Ambos jugadores compartían una conexión que iba más allá del básquet profesional. Para Jordan, enfrentar a Davis durante los veranos en los entrenamientos universitarios no era solo un desafío físico, sino también un enfrentamiento con alguien a quien admiraba profundamente. Esa admiración lo moldeó, ayudando a construir el carácter competitivo que lo llevaría a conquistar seis campeonatos de la NBA y cinco premios MVP.

Fue el propio Jordan en una entrevista en la NBC durante sus primeras temporadas en la NBA quien reconoció esto: “Jugué contra Walter Davis en el verano, y él ha sido un jugador de baloncesto excepcional”. Y enseguida redobló la apuesta: “¿Para jugar en contra? Tiene que ser Walter Davis”.

Michael también quiso cumplir el sueño de jugar junto con su ídolo en los Bulls y ese fue un hecho que acrecentó las diferencias entre Jordan y Jerry Krause, principal referente de Chicago en esos años. Su Majestad quiso hacer lo posible para que la franquicia fiche a Davis, luego de que dejarán ir a Charles Oakley pero desde la organización prefirieron escoger a Toni Kukoc, a quien seleccionaron en el draft de 1990.