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En 1992 el mundo del básquet estuvo rendido a los pies del Dream Team, el mejor seleccionado de la historia. Muchas de las principales estrellas de la NBA y una de las grandes promesas de la NCAA armaron el representativo nacional de Estados Unidos que terminó por coronarse campeón de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Pero antes de eso debieron lograr la clasificación en el FIBA Américas que se jugó en Portland.

Hay que recordar que el equipo norteamericano venía de ser tercero en Seúl 88 y que en 1989 la FIBA y la NBA habían firmado un acuerdo para permitir que los profesionales de la NBA se pudieran presentar en los torneos FIBA, algo increíblemente prohibido hasta ese momento. El primer resultado tras el acuerdo fue la conformación del equipo más poderoso de todos los tiempos. 

El seleccionado estadounidense fue demoledor, imparable. En Portland ganó los seis partidos que disputó y uno de esos rivales que tuvo enfrente fue Argentina. En el cierre de la fase de grupos, se enfrentaron ambos seleccionados y la victoria fue con mucha claridad y autoridad para los norteamericanos por 128-87. El equipo argentino, dirigido por Walter Garrone, contaba con varios nombres importantes, liderados por Marcelo Milanesio, Héctor Campana, Juan Espil y Hernán Montenegro. Y atrás había otros de gran jerarquía y que marcaron una época en la Liga Nacional, como Sebastián Uranga, Esteban De la Fuente, Miguel Cortijo, Diego Osella o Esteban Pérez.

Pichi Campana es el máximo goleador histórico de la Liga Nacional y en esa jornada contra Estados Unidos también fue quien más puntos anotó para el seleccionado argentino. Terminó con 19, uno más que el Mily Villar. Pese a que la victoria de los norteamericanos fue abultada, en el programa Playroom de ESPN, el cordobés tiempo después recordó: “Ellos jugaron con nosotros. Sabíamos que íbamos a ser de los pocos que íbamos a jugar contra un equipo con tantas figuras, porque en esa época no jugaban obviamente, entonces sabíamos que iba a ser un partido diferente”. Tiempo después, en una nota con Infobae, contó qué hablaron antes del encuentro: “No teníamos que hacerlos enojar. Los cubanos se hicieron los guapos, los enojaron y bueno, le ganaron casi por 80 puntos”.

Con respecto a eso, Pichi dijo: “Entonces elegimos ir a ese partido a disfrutarlo, como verlo por TV pero dentro de la cancha, para no gastar energías en vano. Las diferencias eran muy grandes, el partido no mostró oposición pero nos dimos algún gusto”. Incluso destacó: “Para nosotros era soñar despiertos eso de poder enfrentar a esos monstruos que solo los veíamos por TV. El preolímpico de Portland nos presentó esa posibilidad y la verdad estábamos obnubilados con esas estrellas. Hacíamos el calentamiento y al darnos vuelta, estaban Jordan, Magic Jonhson, Ewing, Malone, Bird, Barkley, era tremendo”.

Además, contó que el entrenador Garrone se enojó con ellos: “Nosotros estábamos jugando y me acuerdo que Walter se enojó con nosotros porque los que estaban en el banco le estaban sacando fotos a los que jugaban. Se sacaba una foto grupal antes del encuentro y después ni la hora nos daban”.

Por último, Campana destacó dos momentos importantes que le tocó vivir durante esa jornada. Uno fue con Magic Johnson y así lo recordó: “Magic un monstruo. En un momento metí un doble y me felicitó: ‘¡Muy buen tiro!’”. Por otro lado, fue con el propio Jordan y el cordobés rememoró: “Marqué a Jordan. Yo dejaba la vida y el tipo parecía que jugaba en el patio de su casa, en ese momento la diferencia física era mucha. Eran inalcanzables para nosotros”.
 

Federico Radulovich / [email protected]
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