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Jaren Walter Jackson Jr. nació en una casa en la que se respiraba básquet: su padre era jugador de básquet profesional y además de jugar en la NBA, estuvo en varias ligas europeas. El joven Jaren lleva el nombre de su padre y comenzó a destacarse en el secundario de Park Tudor School de Indianápolis pero terminó en La Lumiere de La Porte en Indiana.

Tuvo un gran año de despedida de la secundaria, firmó un doble doble de promedio y fue elegido para participar de los prestigiosos McDonald’s All-American Game, Jordan Brand Classic y el Nike Hoop Summit. Concurrió a la Universidad Estatal de Michigan y jugó un año para los Espartanos, teniendo buenos desempeños individuales y recibiendo varios reconocimientos.

Decidió renunciar a la NCAA y se declaró elegible en el draft. En 2018, Memphis Grizzlies lo escogió en la cuarta posición, detrás de Luka Doncic y delante de Trae Young. Rápidamente se ganó un lugar en el equipo y se convirtió en titular, tuvo buenas actuaciones, destacándose con su tarea defensiva, pero a fines de marzo sufrió una lesión en el muslo derecho que lo dejó afuera del resto de la temporada, pese a eso se ganó un lugar en el quinteto ideal de los rookies.

En la temporada 2019/20, el joven que ya tenía 20 años, comenzó nuevamente como titular, estaba mejorando algunas estadísticas de la temporada anterior. En agosto, durante la burbuja de Orlando, una lesión volvió a alejarlo de las canchas: un desgarro de menisco en la rodilla izquierda lo dejó afuera hasta el año siguiente.

En la tercera vio poca acción, la recuperación de su lesión se extendió mucho y apenas pudo jugar 11 partidos en toda la temporada. Pero eso le sirvió para ponerse a punto para afrontar su cuarta temporada en la NBA, volvió a ser uno de los internos titulares de Memphis, jugó todos en dicha condición y sus actuaciones fueron importantes y destacadas, consolidándose como un gran defensor, siendo incluido en el quinteto defensor de la NBA y liderando la tabla de mayores taponadores.

La temporada 2022/23 trajo la confirmación de Jaren Jackson Jr, la quinta como manera profesional y aunque parezca un jugador de larga trayectoria, tiene apenas 23 años. Mejoró en todos sus aspectos, tanto en defensa como en ataque. Llegó a promediar los 3 tapones por encuentro, una marca difícil de alcanzar y que lo erigió y lo consolidó como el Mejor Jugador Defensivo de la temporada regular, un premio para reconocer su esfuerzo y reponerse dos veces de lesiones importantes y salir adelante.