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Los Angeles Lakers de la década del 80 serán recordados como los creados del showtime. Dominaron la época, ganaron tres campeonatos, devolvieron a la franquicia a los primeros planos y generaron gran apoyo de los fanáticos, pero también tuvieron algunas perlitas negras.

En 1990, Los Angeles Lakers viajaron a Houston para jugar contra los Rockets y a James Worthy se le ocurrió llamar por teléfono a una empresa que se dedicaba al servicio de damas de compañía, con la mala fortuna para el jugador de básquet, que la línea estaba clausurada y pinchada por la policía.

En el estado de Texas esa actividad está prohibida así que Worthy recibió las visitas pero no era lo que esperaban: eran dos mujeres policías que se presentaron en la puerta de su habitación del hotel pero para arrestarlo.

James estuvo detenido durante cinco horas, llegó al estadio cuando el segundo cuarto ya había comenzado. Sus compañeros de equipo no sabían qué pasaba, Worthy había sido sacado del quinteto titular por primera vez en los últimos dos años.

Debieron pagar una fianza de 5000 dólares para James sea liberado. Se presentó a jugar, fue ovacionado por toda la afición de los Rockets al ingresar a la cancha y fue una de las figuras de los Lakers: anotó 24 puntos y los angelinos vencieron 108 a 103.