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Carlos Delfino fue elegido por los Detroit Pistons en la primera ronda del Draft 2003, una noche recordada principalmente por la selección de LeBron James con el primer pick. Los Pistons, con el pick número 25, se inclinaron por el argentino que en ese momento jugaba en el poderoso Skipper Bologna de Italia. Así, Delfino se convirtió en el primer y hasta ahora único argentino en ser elegido en la primera ronda del Draft de la NBA, una entrada a la liga por la puerta grande.

Antes de su llegada a la NBA, Delfino ya se había destacado en Europa, donde jugaba desde los 18 años. Con apenas 20 años, había fichado por el Skipper Bologna y se había consolidado como titular en la Euroliga, aportando 12 puntos, 7,1 rebotes, 1,7 asistencias y 1,7 robos en 31 minutos por partido durante la temporada 2002-2003. En la Serie A italiana, también mostraba su valía con promedios de 9,7 puntos, 5,3 rebotes y 1,8 robos por juego.

Sin embargo, a pesar de ser seleccionado por los Pistons en 2003, Delfino no se unió inmediatamente al equipo de Detroit. Una cláusula de salida de 800.000 dólares con el equipo italiano complicó su traspaso inmediato a la NBA, y los Pistons decidieron esperar un año antes de incorporarlo a su plantel.

Ese año de espera resultó crucial para Delfino. En 2004, se unió al equipo argentino conocido como la "Generación Dorada" para los Juegos Olímpicos de Atenas. Aunque inicialmente no estaba destinado a formar parte del equipo principal, se ganó su lugar tras una destacada actuación en el Campeonato Sudamericano de 2004. En Atenas, Delfino tuvo un rol más limitado, pero formó parte del equipo que hizo historia al ganar la medalla de oro, derrotando a potencias como Estados Unidos en el proceso.

Después de los Juegos Olímpicos, Delfino llegó a la NBA con un currículum aún más impresionante, ahora como campeón olímpico. En su primera temporada con Detroit, Delfino tuvo que enfrentarse a varias lesiones que limitaron su tiempo en cancha. Jugó solo 30 partidos y promedió 3,9 puntos, 1,8 rebotes y 1,3 asistencias en 15,3 minutos por partido. Aunque no pudo participar en los playoffs, su inclusión en el equipo campeón olímpico subrayó la calidad y el potencial que había visto Detroit en él.

Pablo Catalá / [email protected] 
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