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París será el inicio de una nueva era en el básquet olímpico. Será el primer torneo tras la despedida de dos gigantes: Luis Scola y Pau Gasol. Ambos jugadores, con carreras impresionantes y legados indelebles, dijeron adiós a las canchas olímpicas en Tokio, dejando un vacío significativo para sus respectivas selecciones, Argentina y España. Tras cinco participaciones olímpicas, estos pilares del baloncesto FIBA cerraron un capítulo brillante, abriendo paso a una nueva generación de atletas que deberán asumir el desafío de mantener sus estandartes en lo más alto.

Luis Scola, el eterno luchador argentino, mostró una vez más su calidad y dedicación en los Juegos de Tokio, a pesar de sus 41 años. Sin embargo, sus logros van mucho más allá de esta última participación. Scola fue una pieza clave en la Generación Dorada de Argentina, el equipo que sorprendió al mundo al ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, destronando al poderoso equipo de Estados Unidos. Además, fue parte del equipo que ganó la medalla de bronce en los Juegos de Pekín 2008 y alcanzó la final del Mundial de 2019 en China. Con casi 2.800 puntos, Scola es el máximo anotador en la historia de la selección argentina, un logro que subraya su importancia y longevidad en el equipo nacional.

Por otro lado, Pau Gasol, un titán del baloncesto español, también se despidió de la selección en Tokio. Gasol fue fundamental en España.Pau fue una pieza central en el equipo que ganó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de 2008 y 2012, así como la medalla de bronce en 2016. Bajo su liderazgo, España también se coronó campeona del mundo en 2006 y 2019 y ganó los campeonatos de EuroBasket en 2009, 2011 y 2015. Gasol no solo brilló en el ámbito internacional, sino que también dejó una marca imborrable en la NBA, donde fue el primer español en ganar un título de la liga, logrando dos campeonatos consecutivos con Los Angeles Lakers en 2009 y 2010.

La influencia de estos dos jugadores trasciende sus logros en la cancha. Scola y Gasol han sido embajadores del baloncesto en sus países, inspirando a jóvenes jugadores y ayudando a elevar el perfil del deporte. Ambos han mostrado un compromiso inquebrantable con sus selecciones nacionales, representando a sus países con orgullo y dedicación durante más de dos décadas.

La partida de Scola y Gasol marca el inicio de una nueva era en el baloncesto olímpico, donde jóvenes talentos deberán llenar los grandes zapatos que estos dos íconos dejan. España tiene un desafio imporantante en París con una camada que viene con un buen rodaje, pero alcanzar los éxitos del pasado. Si bien ganaron el último EuroBasket, terminaron novenos en el último mundial. La ausencia de Scola en Argentina se nota aún más, la selección albiceleste no estará en París así como tampoco estuvo en la pasada Copa del Mundo y el resurgir ganador deberá ser trabajado con más ímpetu.