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Alrededor del mundo hay una gran cantidad de estadios y canchas de básquet que tienen una historia importante, que tuvieron protagonismo en la historia del deporte, que fueron testigos de partidos memorables y que marcaron una época, una era. Pero hay una en particular que es un icono mundial y que si bien nunca hubo una competencia oficial, tuvo a muchas de las estrellas más importantes de la historia tirando destellos de su calidad.

Rucker Park, ubicado en 155 y Frederick Douglass Boulevar de New York, Estados Unidos, es la cancha más famosa del mundo. Obviamente que el playground es la más icónica también con respectos a las urbanas. Sería un pecado capital para cualquier amante del básquet que visite la ciudad estadounidense que no se de una vuelta por esa esquina y que además tire unos tiros en esos aros que vieron jugar y convertir a grandes estrellas de la NBA.

Allí, además de infinidad de picaditos, se juega la Rucker League, una de las ligas más competitivas del mundo. Nació en los años 50 a partir de la movida de un profesor local, que era además director de playgrounds de la Dirección de Parques y Recreaciones de New York City. Su nombre era Holcombe Rucker y decidió crear un torneo en esa cancha para mantener a los chicos pobres de la zona ocupados en algo que no fuera la delincuencia. Obviamente en esa época no se llamaba Rucker League y tampoco estaba en 155 y Douglass, sino en la 7º Avenida, entre 128 y 129.

Lamentablemente, Rucker falleció de cáncer muy joven en 1965, con solo 38 años, y no pudo ver el fruto final de su esfuerzo, aunque durante su vida logró que más de 700 chicos consiguieran becas. La Rucker League se trasladó en 1974, nueve años después de la muerte de su creador, a la actual sede del Rucker Park, en 155 y Douglass Blvd, y se le puso su nombre tanto al playground como al torneo, que tuvo su época de oro en los 60 y 70, cuando, entre otros, la jugó Julius Erving, que aquí se ganó su apodo de Doctor J. Cuando jugaba y alguien preguntaba por él, respondían: "Está operando".

El torneo se convirtió rápidamente en un clásico del Harlem y, sobre todo, en una escuela de desafíos entre profesionales de la NBA, aspirantes a serlo, leyendas callejeras y jugadores universitarios. Podían mezclarse tipos como Wilt Chamberlain o Kareem Abdul-Jabbar con Earl Manigault, The Goat, Joe Hammond o Pee Wee Kirkland, dos monstruos que nunca llegaron a la NBA, pero no por no estar a la altura, sino porque la rechazaron.

A partir de la década del 80, la NBA se profesionalizó aún más y eso hizo que muchos jugadores dejaran de participar del torneo en la Rucker Park y se volvió más amateurs. Igualmente, su fama creció a niveles impensados y hoy es una cancha casi profesional, aunque con formato playground, pero tiene aros rebatibles, tablero electrónico y todas las facilidades que existen. En 1993, una empresa puso 423.000 dólares para remodelarlo como parte de un plan de mejoramiento vecinal.

Pero después de la década del 80 cuando las estrellas de la NBA dejaron de participar de la Rucker League, hubo varios jugadores que aprovecharon un parate, la finalización de la temporada para pasarse por la cancha y mostrar sus destellos de calidad. En 2002, un par de días después de consagrarse campeón por tercera vez consecutiva con Los Angeles Lakers, Kobe Bryant se presentó en el Rucker Park para causar un gran revuelo entre los presentes y dio una exhibición. En 2011, durante el lockout de la NBA, Kevin Durant se presentó en el playground y tuvo una actuación excepcional: se despachó con 66 puntos. Los fans presentes, enloquecidos con KD.

Aunque estos no fueron las únicas estrellas que pasaron por Rucker Park a despuntar el vicio. Stephon Marbury, jugador oriundo de New York, fue una figura del mítico playground, donde jugaba en reiteradas ocasiones. Vince Carter, uno de los mejores volcadores de la historia de la NBA, jugó en un par de ocasiones en el Rucker Park. Una de ellas viajó exclusivamente para participar del torneo de verano EBC aunque se debió trasladar a un recinto cerrado por la lluvia.

LeBron James fue uno de los jugadores más importantes de la historia del básquet mundial que pisaron el mítico suelo de Rucker Park. En 2003 el proveniente de Ohio jugó para el equipo del rapero Jay-Z junto a Lamar Odom y Jamal Crawford. Ese mismo año estuvo a punto de jugarse el mejor partido de la historia del básquet callejero en la final de la EBC, pero un apagón de luz masivo en New York no quiso que se jugara. Además de James, Carmelo Anthony, Shaquille O’Neal, Yao Ming, Tracy McGrady y Allen Iverson iban a participar de ese encuentro.

Por último, párrafo aparte, para el mismísimo Iverson. Allen, por su forma de jugar, era el prototipo perfecto para el básquet callejero. Su desfachatez, su estilo, sus movimientos, lo volvieron un estandarte para el Rucker Park por eso mismo solía vérselo jugar con habitualidad en el mítico playground.