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La clasificación de Boca a la final de la Liga Nacional puede no ser una sorpresa a partir de la enorme jerarquía de sus jugadores, pero hay uno en particular que en la última década es un dominador de la competencia. No tanto desde los números, sino desde el juego integral, que lo hacen un imprescindible y que llegó a la final en nueve de las últimas diez temporadas que disputó de la competencia, ganando siete de ellas.

La racha comenzó en la 2008-09 con Peñarol, cayendo ante Atenas. Siguió con el tricampeonato en 2009-10, 2010-11 y 2011-12. La 2012-13 es su único lunar, ya que con los marplatenses quedaron eliminados en semifinales.

Luego de pasar por Sevilla en la ACB española y por Franca de Brasil entre 2013 y 2015, el alero volvió al país para jugar en el todopoderoso San Lorenzo. Con el conjunto de Boedo logró cuatro títulos de manera consecutiva entre 2015 y 2019.

Allí estuvo hasta que la pandemia dijo basta en 2020 y decidió emigrar primero a Japón y luego a Uruguay. Para esta 2022-23 Boca confió en su capacidad para llevarlos a una nueva definición y el marplatense ya pagó esa confianza.