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El camino a la Final Four fue intenso. En los cuartos de final, tras liderar el Top 16, el Unicaja se enfrentó al Barcelona en una serie que coincidió con la Semana Santa. Tras un contundente triunfo en Málaga, el equipo perdió en el Palau, forzando un tercer partido en el Carpena. En un ambiente electrizante, sin su pívot estrella, Daniel Santiago, y con Marcus Brown recién recuperado, el Unicaja jugó con un quinteto atípico. En el minuto final, con empate 62-62, Pepe Sánchez recibió el pase de Berni Rodríguez y anotó el triple decisivo que quedará marcado para siempre en la historia del Unicaja.

Años después, Pepe Sánchez recordaba aquel momento como el cierre perfecto de su etapa en Málaga: "Ese momento era cuadrar los tres años vividos en Málaga, magníficos. Antes ganamos la Liga y la Copa, eso se hizo como un grupo homogéneo que en el tercer año se desarmó. Pero aún seguimos con Sergio (Scariolo) y varios jugadores. Es un momento muy especial, la fotografía en lo personal de aquellos tres años. Hubo momentos iguales o mejores, como la Copa y la Liga. Pero aquello era meterse en la Final Four y cuadrarlo. En aquel momento parecía normal, pero a mi mujer le dije cuando me fui de Málaga, y me lo recuerda alguna vez, que pasarían muchos años hasta que el Unicaja volviera a repetir algo parecido. No lo decía por arrogancia, sino porque ganar es difícil, muy difícil. Aquellos años de éxitos, con la distancia, se ven como algo meritorio, quizá irrepetible de aquella manera. Y ese triple lo llevo en el corazón. Sentí que con él la gente de Málaga se sacaba una espina clavada".

En semifinales les tocó sufrir contra el CSKA de Moscú y terminaron cayendo por 76-74. Luego, lucharon por el tercer puesto contra otro elenco español, el TAU Cerámica, y finalmente se quedaron con el bronce tras imponerse por 76-74.