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Argentina

El caño Spajic, estrella del vóley argentino, brilla jugando al básquet

11:52 30/05/2024 | Alejandro formó parte de una época importante del vóley y se destacó. Pero ya retirado e instalado en San Justo, se metió a jugar un torneo Promocional.

Alejandro Spajic jugando en el Torneo Promocional de Santa Fe

Muchas veces se habla en Argentina que el vóley y el básquet se compiten los jugadores, ambos buscan chicos de altura. Es una realidad. Son deportes que son distintos pero algunas habilidades se comparten o se comparan. Pero hay una infinidad de jugadores que durante sus años como jóvenes, practicaron ambos deportes o se pasaron de uno al otro.

En épocas de Generación Dorada, los principales referentes del equipo marcaron una época no solo dentro del básquet, sino del deporte en general. Fueron el espejo de muchos deportistas de otras disciplinas, desde cómo manejarse, cómo entrenar, cómo alimentarse, entre otras cosas.

Fue un momento de auge de deportes colectivos, principalmente. Además del básquet, el vóley y el hockey vivieron una reconstrucción y tuvieron a los representativos nacionales compitiendo en los torneos más importantes y consiguiendo resultados históricos.

Uno de los integrantes del seleccionado de vóley fue Alejandro Spajic. El caño como se lo conocía en sus años de jugador profesional, tuvo una gran carrera desde su San Juan natal. Fue campeón de la Liga Nacional de Argentina además de ganar también en la prestigiosa liga de Rusia. También tuvo paso por otra de las mejores competencias domésticas como el certamen francés. Tuvo varios años integrando el seleccionado nacional en distintas categorías.

Pero luego de su retiro, el caño se instaló en San Justo, Santa Fe. “Mi señora es de acá. Yo estaba jugando, no recuerdo dónde, Pedro nació y arrancó la escuela acá. Cuando terminé de jugar, él ya tenía su vida armada y había nacido Luca, mi segundo hijo, así que decidimos quedarnos acá. Estoy muy contento. Una ciudad muy tranquila, chica y con una muy buena calidad de vida”, contó Ale sobre el motivo de su vida en la ciudad santafesina.

El hijo mayor del caño, Pedro, juega al básquet en Colón de San Justo e integró el seleccionado de la Asociación Santafesina. Pedro motivó tanto a su familia a volcarse por el básquet que logró que Alejandro también comenzara a jugar. El caño, a sus 48 años, se sumó al plantel de Colón que compite en el Torneo Promocional de la Asociación Santafesina. Hablamos con él para conocer sus sensaciones y sus vivencias, es una de las grandes leyendas del deporte argentino. Además, de yapa, estuvo en la cancha el día de la palomita de Manu ante Serbia.

-¿Qué repaso haces de tu carrera?
.Yo empecé a jugar tarde al vóley, tenía como 17 años. Pero tuve mucha suerte de encontrarme con entrenadores que confiaron más en mí de lo que yo mismo creeía. Tuve muy buenos profes desde el principio. Mi club de origen, Obras de San Juan, con orgullo lo digo, debe ser la mejor escuela del país, saca muchos jugadores y todos los años tiene 2 o 3 en Selección Argentina. Ahí arrancó mi carrera y fue muy vertiginoso: entré en la Selección de Cadetes, al otro año en Juveniles y dos años después estaba entrenando con la Selección de Mayores.

-¿Qué altura medías en ese momento?
.Ya estaba en los 2 metros de altura, 1.97 y tenía 16 o 17 años. Crecí un poco más después, pero ya era un jugador alto. Todos esos años fui un proyecto de jugador, todavía no estaba consolidado porque no había tenido esa base de escuela de vóley que por ahí tenían otros chicos. Buenos profes, buenos entrenadores que creyeron en mí, trabajar y siempre estar a la altura de las circunstancias. Cuando estás todo el tiempo con jugadores que están por encima tuyo, nivelas para arriba.

-¿En qué momento sentís que hiciste ese click?
.Nunca me sentí realizado. Siempre sentí que algo me faltaba, siempre intenté trabajar en fundamentos principalmente que era lo que más me faltaba. En algún momento entendí que tenía que focalizarme en lo que podía aportar en club y en Selección que era el ataque y el bloqueo. También ya empezas a ser un jugador más grande, aparecen las lesiones entonces te focalizas en algunos fundamentos, quizás es un poco limitante, pero siempre tratando de aportar al equipo. No te puedo decir cuándo fue, si a los 22, 23 o 24 años, es un proceso en el cual te vas afianzando como jugador, vas tomando confianza. Mi mejor versión apareció a los 28 años cuando jugaba en Rusia.

-Tuviste una carrera, en lo que a títulos se refiere, exitosa: ganaste en Argentina, en Rusia, también jugaste en Francia, varios años de Selección Argentina.
.Tuve suerte de estar en buenos equipos, en equipos top y eso, como te digo, te potencia mucho más. Siempre tratar de no desentonar, siempre tratar de aportar al equipo lo que uno puede dar, focalizarme en eso. Ser útil al equipo todo el tiempo. Creo que eso te lleva a sacar la mejor versión que tenés.

-En San Juan, el tema de los deportes en lugares cerrados se potencia por el tema del clima, el viento y otras cosas.
.Sí. Igualmente mi club no estaba techado (risas). El clima en San Juan sí puede ser un poco frío en invierno y sobre todo de noche pero se puede entrenar tranquilamente. Hoy por hoy, por suerte, las infraestructuras de los clubes o por lo menos en las que me tocaron laburar en los últimos años, siempre tuvieron un techo o un parquet. El otro día fuimos a jugar el torneo Promocional acá en Santa Fe y era al aire libre y en baldosa y yo estaba contento porque era volver a mis orígenes. Obras, mi club, era un cemento agrietado en su momento. No es un problema. Uno tiene que valorar lo que tiene. Acá en Colón de San Justo, donde estamos ahora, tiene un hermoso parquet, techado, en buenas condiciones.

-En San Juan, de manera abrumadora, el vóley supera al básquet. ¿Por qué crees que hubo esa diferencia tan grande? ¿Cuándo vos empezabas, estaba la chance de jugar al básquet?
.Sí, cuando era más chico jugué al básquet. El recurso humano es uno para los dos deportes y es el de tratar de captar los chicos altos. Al empezar a jugar al vóley y tener ese espejo de jugadores de selección tan cerca, te llevaba a seguir jugando. Obras es un club muy chiquito: un camping, una pileta y una cancha de vóley. Nada más. Entonces vos estabas en el camping y llegaban los jugadores de selección, se quedaban con vos, compartían, entrenaban con vos, entonces te potencia para arriba y uno se siente muy incentivado ante esa situación. Lo mismo pasó con otros chicos. Entrenaban Raúl Quiroga, Jorge Elgueta, entonces todos queríamos estar, queríamos ver, queríamos participar. Los conocíamos, los veíamos en la televisión entonces tratábamos de estar ahí. Eso, obviamente, te lleva a una convocatoria grande. Pero el trabajo más importante es el de los profes porque los buscan, los llevan, los traen, los incentivan. Yo tuve suerte de tener muy buenos y como te decía, ellos creían más en mí que yo, yo tenía 17 años, era adolescente y por ahí no tenés tan en claro qué querés hacer de tu vida o a qué te queres dedicar.

-¿Qué conexiones encontras entre el básquet y el vóley?
.Cuando jugaba al vóley siempre pemsaba que el básquet estaba un escalón por encima del vóley. Desde el plano organizativo, yo veía lo que lograba la Generación Dorada, tuve la suerte de compartir con ellos las concentraciones, los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Siempre los admiré mucho cómo se manejaban. Creo que ese era el paso que nosotros para madurar, no desde los resultados, desde lo deportivo, sino de todo lo que ellos elevaban su deporte. Eso fue para mí una materia pendiente. En algún momento intentamos hacerlo y se dieron algunos resultados. Pero, como te digo, siempre lo vi al básquet un escalón por encima. Ahora que uno está más interiorizado en las Formativas, uno que ve que hay déficit en varios lados.

-¿Te dolió un poco cuando tu hijo empezó a jugar al básquet y no al vóley?
.No. Acá no está desarrollado el vóley, quizás haya sido una deficiencia mía y lo haya tenido que desarrollar yo. Le gusta mucho el básquet, ama jugar, así que no, no tengo yo que influir en eso.

-¿Cómo se dio esto de empezar a jugar al básquet por parte tuya?
.Iba al club, había un grupo de chicos, de 20, 30, 40, 50 años, tenemos uno que tiene 50 año y está mejor que todos nosotros juntos. Te llama la atención un grupo que se junta constantemente durante muchos años, te invitan y hacer una actividad siempre es muy bueno. Además, básicamente, porque mi hijo no me daba cabida para discutir de básquet así que tenía que aprender si o si.

-Hoy mencionabas a la Generación Dorada. ¿Influyó la Generación Dorada en los años posteriores, en la reconstrucción del vóley por lo menos en la Selección?
.No tengo dudas que los jugadores que se destacan, que laburan, que la mayoría se desarrolla en Europa aunque en este caso del básquet es en Estados Unidos, influye muchísimo en los resultados deportivos, muy a pesar de las condiciones reales del deporte en Argentina. Creo que hay un mérito en los atletas argentinas en los deportes colectivos, potencian y logran resultados inviables para otro jugador europeo en las mismas condiciones.

-Compartiste equipo con Luciano De Cecco y considerando su relación con el básquet, teniendo él a su padre que es entrenador, ¿tuvieron charlas sobre básquet alguna vez?
.Mirá, Luciano debutó de muy chico en la Selección, debutó con 18 años de titular en un Mundial. Desde ahí lo tuve en la Selección varios años, lo tuve en el club. Compartimos cosas, no sé si charlas porque no tengo tanto conocimiento de básquet, ahora un poco más que antes, pero por ahí cuando entrábamos en calor jugábamos al básquet, aunque mucho no podés boludear porque tenés que cuidarte (risas). Pero sí, es un apasionado del básquet y sé que siempre hablaba, tiene mucho conocimiento, él lo mamó desde chico por el padre.

-Fuiste uno de los jugadores del seleccionado de vóley que participó de los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004, y ahora se cumplen 20 años de esa medalla de oro del básquet. ¿Qué recordas de esa experiencia?
.Recuerdo el partido con Serbia que estuvimos en cancha. La palomita de Manu, inolvidable ese momento. No sé si está bien decirlo o no, (risas), pero nosotros no teníamos entradas para ese partido, me acuerdo que la jornada eran tres encuentros y para cada uno tenías que desalojar el estadio y volver a entrar. Nosotros conseguimos para el partido anterior, nos escondimos para quedarnos a ver el partido de Argentina. Justo teníamos libre. No nos podíamos perder un partido de Argentina. Cuando aparece alguna imagen de ese partido, le digo a mi hijo que ese día estuve en la cancha. Fue muy emocionante.

-¿Compartías con los jugadores, veías expectativa o ilusión de ganar una medalla?
.Uno charla siempre, tiene una charla distendida, no salió el tema. Pero sí, se veían jugadores enfocados, que no se veía que iban a pasear. Coincidíamos con alguno de los jugadores cuando íbamos a hacer kinesio porque compartíamos al kinesiólogo y dentro de mi poco conocimiento de básquet, notaba un comportamiento de equipo muy bueno y los resultados se vieron.

-¿Te cruzaste alguna vez más con alguno de ellos?
.Con el Colo Wolkowyski tuve la suerte de coincidir en Formosa. Los dos jugábamos en La Unión. Estuvo bueno ahí porque siempre nos cruzábamos y charlábamos. Siempre nos invitamos a pescar pero al final nunca fuimos (risas). Siempre es bueno charlar con esos jugadores porque tienen mucho conocimiento y por ahí te abren la cabeza, la forma de entrenar que tenía, fue muy bueno poder compartir con él.

-¿Pedro por ahí te pide consejos sobre cómo manejarse?
.No, por ahí no piden tantos consejos. Pero uno siempre trata de tirar opiniones. Obviamente sin agobiar porque la idea es que ellos disfruten el deporte y que después tomen una decisión sobre si quieren hacerlo como un medio de vida o solo como una diversión. Cualquier chico que elija la vida del deporte, más allá de que haga una carrera en paralelo, que estudie o que haga otra actividad, va a ser muy afortunado, va a ser muy feliz. Dedicarse al deporte siempre va a ser lo mejor que le puede pasar a uno. Eso siempre trato de transmitírselo. Cuando tenga la decisión de lo que quiere hacer en su vida, que lo haga a fondo que con trabajo las cosas siempre llegan.

 

Federico Radulovich / [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @FRadulovich

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