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Hugo Sconochini no llegó de la mejor forma física a los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, pero no por falta de entrenamiento, sino por la cantidad de lesiones que tuvo a lo largo de esos años. Así y todo, el argentino se las arregló para soportar el dolor y continuar aportando lo suyo en un equipo que necesitaba mucho de su liderazgo, dentro y fuera de la cancha. Por si esto fuera poco, en medio del torneo se golpeó el hombro derecho y su rendimiento otra vez volvió a estar condicionado por un contratiempo. 

De igual manera, Sconochini se mantuvo fiel a su personalidad y siguió en cancha. El rival en ese entonces era Estados Unidos y nada evitaría que se pierda jugar las semifinales de los Olímpicos nada más y nada menos que contra el Dream Team al que ya se habían enfrentado en el Mundial de Indianapolis dos años atrás. 

En el partido practicamente no podía realizar movimiento con su mano derecha y mucho menos tomar lanzamientos. Los vaivenes del juego lo llevaron a ser el protagonista de un contragolpe cuando restaban 1:51 minutos para que termine el segundo cuarto. Todo empezó cuando Alejandro Montecchia le entregó la pelota a Hugo, quien tomó el carril central y rápidamente se la devolvió con una lujosa asistencia de faja con su mano zurda. "Obviamente que tenés que tener talento para entregarla así, pero lo hice porque no podía mover el brazo derecho", confesó Sconochini en el podcast que realizó con Básquet Plus.

La definición también fue excelsa y simbolizó el momento que estaba viviendo Argentina, disfrutando de su mejor versión ante uno de los equipos más talentosos del planeta. Estaban en el patio de su casa, jugando entre amigos y mofándose de los rivales con lujos a por doquier. 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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