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Argentina había vivido momentos durísimos en el básquet luego de la Revolución Libertadora prohibiera seguir jugando a los campeones de 1950. 30 años después de ese hecho, un equipo dirigido por Miguel Ángel Ripullone, y con Ranko Zeravica como asesor, se presentó en el Preolímpico en Puerto Rico de 1980 y logró lo impensado.

El equipo estaba integrado por Carlos González, Jorge Martín, Luis González, Gabriel Milovich, Gustavo Aguirre, Adolfo Perazzo, José Luis Pagella, Eduardo Cadillac, Carlos Romano, Miguel Cortijo, Mauricio Musso y Carlos Raffaelli.

La albiceleste sorprendió a propios y extraños consiguió el tercer puesto, luego de victorias ante México, Uruguay, Brasil y Cuba, mientras que fueron derrotados por los locales y por Canadá. Ese tercer escalón del podio les permitió clasificar a los Juegos Olímpicos de Moscú 1980.

Pero el 8 de mayo de ese año, Cancillería argentina emitió un comunicado en el que recomendaba no asistir a Moscú para no mostrarse “a favor” políticamente de la Unión Soviética en la intervención en Afganistán. Así, se plegaban al boicot realizado por Estados Unidos.

Carlos Romano contó: “Nosotros antes de ir sabíamos que Estados Unidos haría boicot, lo que en parte era bueno porque daba una plaza más, pero recuerdo muy claro que Osvaldo Orcasitas nos había dicho que Argentina se iba a plegar. Nosotros, de alguna manera, no lo queríamos ver o aceptar, pero la realidad es que antes de volvernos ya sabíamos que no íbamos a poder ir a Moscú”.