Brooklyn todavía no puede terminar de ver salir el sol. En lo que viene siendo una temporada muy complicada, los Nets siguen sin poder hilvanar al menos dos victorias consecutivas y este jueves por la noche no fue la excepción. Brooklyn venía con el ánimo en alza después de ganarle a los Clippers contra muchos de los pronósticos, pero ahora volvió a la senda de la derrota después de caer 111-93 contra Milwaukee Bucks.
Luis Scola no tuvo demasiada participación en esta nueva derrota de los neoyorkinos. El capitán argentino ingresó desde el banco de suplentes para jugar 6 minutos, tiempo en el cual aportó 2 puntos (1/1 en dobles), 4 rebotes y 1 falta.
Los Nets sufrieron a un Giannis Antetokounmpo cada vez más dominante en la NBA. El griego la rompió anotando 23 puntos, además de redondear una noche muy completa con 8 rebotes y 8 asistencias. No fue el único, ya que Jabari Parker anotó otros 22 tantos y también se destacaron otros dos jugadores como Malcolm Brogdon y Tony Snell con 13 unidades cada uno.
Por su parte Brooklyn tuvo a cuatro jugadores en doble dígito de puntuación: Brook López con 15, Sean Kilpatrick con 14, Bojan Bogdanovic con 13 y Joe Harris con 11. De todas formas, cualquiera de las producciones de los neoyorkinos estuvo lejos de contrarrestar lo hecho por Antetokounmpo en la vereda visitante.
Los neyorkinos ahora están con récord de 5-13, sumergidos en el fondo del Este. Esta realidad dista mucho de un Milwaukee que venía bastante inspirado del triunfazo conseguido en el partido anterior ante Cleveland, donde lejos de mostrarse sorprendidos o confiados hoy los Bucks pudieron dominar a Brooklyn gracias a una gran segunda mitad.
Los Nets entraron al descanso largo abajo por apenas la mínima diferencia de 52-51, pero en el tercer cuarto todo cambió. Los Bucks imprimieron el ritmo, comenzaron a controlar el trámite y clavaron una carrera de 14 a 2 que dejó el duelo 77-64 para la visita. Milwaukee manejó esa diferencia y entró al último capítulo 90-78 arriba, en una diferencia de doce tantos provocada por Antetokounmpo y en una brecha que los Nets nunca más pudieron bajar hasta el 111-93 definitorio.