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Siempre decimos que cuando se van pibes jóvenes a Europa, por un lado nos da bronca de no poder verlos desarrollarse en la Liga Nacional, y por otro somos conscientes de que su futuro puede ser mejor si logran involucrarse en la dinámica de una competencia de mayor nivel. 

En este caso, habrá que ver si se concretan esas aspiraciones. Ambos son parte de la cantera de Boca, esa que dio muchos buenos jugadores (Sandes es probablemente su mayor éxito) y que también tapó a muchos otros chicos. Quizá sea este el caso. 

Tomás Pereyra (20 años, 2.04, alero) se va al Murcia de la acb de España, en principio para ser parte de la rutina del primer equipo y seguramente jugar en el equipo del club en la EBA. En la Liga la realidad es que no tuvo oportunidades: 5 partidos en la 2018/19 y 9 en la 2019/20, pero sumando en total este año 13 minutos. Nada. 

Tomás ha tenido, eso sí, algunas buenas experiencias internacionales con selecciones argentinas formativas. Fue subcampeón sudamericano U17 en Lima en el 2017 y participó del torneo Albert Schweitzer U18 en Alemania un año después. Pasado mañana miércoles partirá hacia Murcia. 

El caso de Agustín Barreiro es distinto, aunque parecido. El pibe (21 años, 2.02, alero), que fue cedido a préstamo este año a Hispano Americano, donde tuvo una muy buena temporada (7.4 puntos y 6.3 rebotes en 27 partidos, con 19.8 minutos de media), es esperado por Boca para ser parte de la 2020/21 como U23.

El chico no tiene contrato firmado según él, y sí lo tiene, según Boca. Raro. El tema es que el club tiene sus derechos formativos hasta los 26 años para la Argentina, pero no para el extranjero, donde esa regla es solo hasta los 18 años. 

Si no tiene contrato, Barreiro puede irse sin pedir permiso, y si lo tiene, deberá arreglar con el club su salida. El chico está decidido a irse a Europa, como su excompañero Pereyra, pero todavía si situación está menos clara.