Houston, no tenemos un problema
21:06 06/09/2020 | Los Rockets están revolucionando una vez más la NBA. Sus estadísticas acompañan la idea y nadie sabe todavía cómo detenerlos.
“Houston, tenemos un problema”, dijeron tres astronautas de la NASA un 13 de abril de 1970 cuando, en medio de la misión Apolo 13, se vieron forzados a abandonar sus planes de hacer el tercer alunizaje tripulado por culpa de la explosión de los tanques de oxígeno, apenas dos días después de haber despegado.
Independientemente de que la veracidad de la frase fue muchas veces puesta en duda por el mundo científico, la realidad fue que la misión fracasó y los astronautas tuvieron que cancelarla. Pero quienes están haciendo lo contrario en los playoffs 2019/20 de la NBA son los Rockets de James Harden, Russell Westbrook, Mike D´Antoni y compañía.
Desde que Houston traspasó a Clint Capela a los Hawks, la revolución sumó un nuevo peldaño y el small-ball se convirtió en una especie de micro-ball. Un generador como James Harden con el balón, tres tiradores y una fuerza física como Westbrook fueron la levadura que hizo crecer el pan de los Rockets.
Como aquellos valientes astronautas, los Rockets se animaron, dejaron ir a la última pieza que no les permitía dar el salto definitivo y se lanzaron al vacío en busca de la gloria. En la actualidad lograron derrotar a los Lakers en el primer partido de una de las semis del Oeste y su juego ya no es una apuesta, sino una teoría que funciona mejor que nunca.
En el pasado los Rockets, y especialmente Harden, no se caracterizaron por ser un buen equipo defensivo, pero todo cambió en estos playoffs. No solamente son líderes en robos por partido (9.8), también tienen activos como Robert Covington, Jeff Green y PJ Tucker que le dan un salto de calidad a la polivalente escuadra.
Si bien estadísticamente el rating defensivo de Houston no cambió mucho con respecto a los playoffs anteriores (de 107.4 en la 2018/19 a 109.8 en 2019/20), está claro que todos están más enfocados, e incluso Harden elevó sus prestaciones en el otro costado. Manos inquietas, actividad de pies y disciplina para sobrecargar en la pintura y realizar los close-out a los tiradores son las características principales de un equipo que está sorprendiendo, una vez más, a la NBA.
En ataque también cambiaron y la posibilidad de poner tantos tiradores incomoda a todos. Las ofensivas de uno contra uno son su principal fuente de alimentación, de eso hay dudas. No obstante, la circulación del balón y la utilización de espacios es excelente y Houston eleva su nivel a partir de eso.
Por ejemplo, el rating ofensivo pasó de 110.5 puntos en la temporada pasada a 112.5 en la actual y el porcentaje de asistencias aumentó de 49.1% en la 2018/19 a 53.0% en la 2019/20. Además, anotan más puntos (de 108.5 a 110.6) y mejoraron su True Shooting (de 57.4% a 57.8%). Todo esto a un ritmo altísimo comparado con la campaña anterior: de 97.2 a 104.0.
Lamentablemente la misión de Apolo 13 fracasó rotundamente, pero hasta el momento no ocurrió lo mismo con los Rockets. El objetivo es el anillo y su idea de juego es el camino que los guía. La idea no se negocia y en Houston, señoras y señoras, no hay ningún problema.
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