Informe

Entretelones de una jornada histórica de la NBA

14:22 28/08/2020 | Luego de la decisión de los Bucks de no jugar el miércoles, y de la efusiva reunión de los jugadores a la noche, hubo paz ayer jueves. ¿Qué pasó en el medio?

LeBron y Chris Paul, protagonistas centrales de un día de furia

La decisión de Milwaukee de no presentarse a jugar contra Orlando el pasado miércoles no solo sentó un precedente casi único en el deporte, sino que movió los cimientos de una de las organizaciones deportivas más importantes del planeta, la NBA. Fue un día entero agitado, que tiende a terminar de buena manera. Pero en el medio, ocurrieron muchas cosas. 

La historia no empezó bien. La decisión sin consulta de los Bucks (incluso sin consultas internas entre los propios jugadores de Milwaukee antes de ir a la cancha), cayó mal en general, pero la importancia de lo que promovían hizo que ese tema se discutiera solo puertas adentro, en la fogosa reunión del miércoles por la noche entre varios de los principales referentes de la NBA. 

Dentro del vestuario, los jugadores de los Bucks llegaron a hablar con los gobernantes de Wisconsin para preguntarles por qué no estaban detenidos los policías que habían baleado a Blake. Les explicaron, pero era todo muy confuso. Ni siquiera podían hablar fluidamente porque la señal se cortaba. En resumen: una decisión en caliente, sin preparar, que ni siquiera tenía la idea de extenderse en principio. Por eso no la habían consultado con los demás jugadores y equipos. Ni siquiera con todo el plantel. Hubo jugadores que salieron a la cancha cambiados como para jugar, como Bledsoe y Brook Lopez.

Esa noche, en una habitación de uno de los hoteles de Orlando, explotaron los sentimientos. Mientras que algunos querían terminar la burbuja e irse (los que seguían la idea del líder de esta opción, LeBron James), y lo que querían seguir, no solo por los perjuicios económicos de no hacerlo, sino por el esfuerzo que habían hecho durante dos meses sin sus familias para estar ahí. 

Es evidente que el encierro ha provocado mayor sensibilidad en los jugadores. Sin la posibilidad de descargar lo generado tras el tiroteo a Jacob Blake con un abrazo a los seres queridos, o en el seno del hogar, exalta las sensaciones, y eso fue reconocido por los jugadores. 

El otro tema del que pocos hablan, pero sin embargo muchos han reconocido internamente, es la bronca generalizada que ha provocado la Convención Nacional Republicana, desarrollándose al mismo tiempo en Washington, donde se ha demostrado sin tapujos el desentendimiento de los problemas graves que vive hoy el país.

Primero, el sanitario (unas 1500 personas acudieron sin distanciamiento ni barbijos), y luego el social. Siempre el mensaje, relacionado a lo ocurrido con Blake y las manifestaciones en Wisconsin, fue "restablecer la ley y el orden", y jamás el cuestionamiento policial. Es una de las razones para que la reacción de los jugadores haya llegado tanto después del día del tiroteo a Blake. 

Volviendo a Orlando, en esa reunión entre los jugadores pasó de todo. Desde Chris Paul teniendo que poner en caja a Pat Beverley cuando le dijo "Yo te pago el salario" a la presidenta de la NBPA, Michelle Roberts, hasta la salida intempestiva de LeBron en medio de la reunión, diciendo "nosotros nos vamos", en referencia a los Lakers. 

Udonis Haslem, voz clara en la reunión, fue muy claro en su idea: no se podía ser tan egoista e irresponsable de pedir abandonar la burbuja cuando hay muchos jóvenes en Orlando que no tienen la misma suficiencia económica de otros veteranos. De alguna manera, su mensaje tenía claros destinatarios: LeBron por un lado y los líderes de la movida de Milwaukee (George Hill principalmente), por otro. Nadie aceptó que no consultaran con todos la idea de no jugar para así organizarla unificada y mejor. 

La sensación tras las tres horas de reunión del miércoles por la noche era desoladora. Las chances de no terminar el torneo siendo LeBron el líder de esa idea aumentaron considerablemente, pese a ser solo dos equipos (Lakers y Clippers), los que apoyaban esa moción. Y el inicio de la definitiva reunión, el jueves a las 11am, no fue mejor. Ningún jugador de los Lakers apareció hasta las 11.45. 

Para ese entonces, habiendo charlado con sus compañeros y reflexionado sobre toda la situación, James había cambiado de idea y apoyó el terminar el torneo. Cuando entró a la reunión, su posición descomprimió la situación. Lou Williams informó algo parecido en relación a los Clippers. Ya estaban los 13 equipos de acuerdo en seguir. También habló Doc Rivers, exjugador y ahora entrenador, cuyo discurso del miércoles muy emocionado había rebotado fuerte: "Es increíbue que nosotros sigamos amando a este país, cuando el país no nos ama a nosotros", había dicho. 

Luego, ya en el zoom que los jugadores hicieron con los dueños de las franquicias, tenían más claro lo que necesitaban pedir, que de alguna manera es lo que hoy viernes salió en el comunicado entre NBA y NBPA: mayor compromiso de los dueños para presionar a las autoridades a cambios en la justicia, en la conducta policial, y también apoyo para que los estadios se conviertan en lugares de voto presencial para las elecciones presidenciales. Consiguieron todo lo que querían, aunque empezaron con un mal paso. 

Fuente: 
Yahoo Sports / ESPN / Woj Pod

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