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La temporada NBA en peligro: horas decisivas para su futuro

21:08 26/08/2020 | Lo ocurrido este miércoles hace pensar que no es descabellado imaginar una finalización anticipada del torneo.

Foto Getty

Resulta difícil, casi imposible, imaginar qué está pasando por la cabeza de los jugadores de los equipos que siguen alojados en Orlando para disputar lo que queda de la temporada NBA. Este miércoles se rompió algo que nadie sabe a ciencia cierta si hay forma de enmendar. 

Ya no pasa por la actitud de un grupo de jugadores de decidir no presentarse a un partido. Ni por el apoyo que la NBA pueda darle a un sector clave de su estructura -la comunidad negra-, que es la que se encuentra en el centro de la discusión. Mañana jueves por la mañana, los dueños de las franquicias mantendrán una reunión que, de más está decir, puede ser clave para lo que venga. 

Los jugadores han decidido colocarse en un lugar como nunca antes, para enfrentar un problema como voces públicas de algo que vienen sufriendo desde siempre. Porque la realidad es que, si bien la esclavitud terminó hace más de 150 años, las minorías negras han sufrido desde entonces todo tipo de vejaciones, humillaciones y destrato. 

Los jugadores de la NBA, algunos de los cuales, como Sterling Brown, de Milwaukee, han sufrido la violencia racial en carne propia, se cansaron de quedar en la mitad del camino y hoy analizan seriamente llegar hasta las últimas consecuencias. 

Y eso significa plantarse aquí y ahora, y no terminar la temporada si es necesario. Hoy hay líderes de mucho peso, como LeBron James y Chris Paul, dispuestos a todo. Muchos se preguntarán si eso solucionará la violencia policial y la respuesta claramente es no. ¿Pero qué hacer? A la larga, es la misma discusión que surge ante cualquier movilización. Nunca cambia nada, dicen los que no creen en ese tipo de protestas. 

Estados Unidos está a tres meses de sus elecciones presidenciales. Ni demócratas ni republicanos han modificado el status quo de la comunidad negra ni de las minorías. Es la otra parte de la realidad. Pero los cambios fundacionales siempre comenzaron con la movilización de los más afectados. Y la actitud de los Bucks ha tenido una solidaridad que nadie sabe hasta dónde puede extenderse. 

En este caso particular, además, los une la oposición a un presidente como Donald Trump que siempre se ha dedicado a provocar a los líderes de los jugadores o entrenadores (LeBron, Kerr, Popovich) con sus declaraciones ante cada protesta, como la de arrodillarse en los himnos. O con este mismo caso, tuiteando que enviará más fuerzas policiales a Wisconsin para sostener la ley y el orden. Ese es normalmente su único discurso. Jamás la empatía con los discriminados o afectados. Los NBA tienen el poder de la convocatoria. Y esta vez van a usarla. Quizá la temporada NBA sea una víctima colateral. 

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