Basquetplus.com

Primer partido de las semifinales de estos playoffs y primer partido de esta serie. El Real Madrid, campeón de la fase regular, recibía a un Herbalife Gran Canaria en estado de gracia. Y es que los isleños venían de derrocar al Valencia Basket, vigente campeón doméstico. Con Xavi Rabaseda a la cabeza, los de Luis Casimiro, con el billete de Euroliga en el bolsillo, querían empezar esta eliminatoria con una nueva sorpresa.

Para ello, iban a intentar repetir el resultado logrado hace apenas unas semanas. En la 34ª jornada, en suelo canario, lograron vencer a los blancos por 88-78. Aunque eso sí, con Pablo Laso alineando a varios canteranos y reservando a Luka Doncic. Sin duda, un precedente un tanto desdibujado para ser referencia, pero servible en el aspecto defensivo. Dejar al Real Madrid en 78 no es tarea fácil, y en este encuentro iba a ser clave cerrar el aro. Se enfrentaban la segunda y tercer mejor defensa de la primera ronda de playoffs.

Tras la entrega del premio de mejor entrenador a Pablo Laso, ovacionado por toda su afición, se dio lugar al salto inicial. La primera canasta fue obra de Luke Fischer, que iba a abrir un parcial de 11-2 para los visitantes. El pívot sumaba ya siete tantos frente al juego interior formado por Felipe y Randolph. El combinado madridista estaba espeso, sobre todo en ataque, donde la circulación era prácticamente nula.

El campeón de Europa quiso reaccionar con un tremendo alley-oop entre Doncic y Taylor. Pero Radicevic iba a contrarrestar con cinco tantos consecutivos (4-16). Al Real Madrid también le estaba costando cerrar el rebote, hecho que precipitó la entrada de ‘Edy’ Tavares, que se iba a comer un póster de Xavi Rabaseda. Estaban rebotados, picados, y eso se notaba especialmente en la figura de Luka Doncic, al que no le estaba saliendo nada. Ni la entrada de Rudy y Llull les espabiló en un primer cuarto que pudo acabar mucho peor (14-22).

Pero en el segundo periodo despertó la bestia. Primero castigó Rudy Fernández con un triple, al que siguieron dos de Jaycee Carroll. El Gran Canaria estaba jugando con fuego. Había dejado muy liberado al escolta en dos ocasiones y éste no había perdonado. Tras esto, vino un putback dunk de Dino Radoncic que certificaba la reacción con el tiempo muerto de Luis Casimiro. 25-26 tras apenas tres minutos.

El Real Madrid se había reencontrado consigo mismo y un triple de Sergio Llull, también liberado, empataba el encuentro (28-28). Los locales tomaban las riendas del partido mientras Carroll sobrepasaba los diez puntos en su casillero y Rudy lograba un 2+1 de escándalo (36-30). Cómo había cambiado esto. El rodillo blanco empezaba a exhibirse sobre el parqué y el Gran Canaria solo respiró cuando se concretó el final de la primera parte (42-32).

El parcial en el segundo cuarto había sido de 28-10. Brutal, sobran las palabras para describir la capacidad de reacción de este equipo. Todos estaban aportando, incluso un no habitual como Radoncic, que se había mantenido en pista durante estos diez minutos. El Real Madrid había frenado la sangría en el rebote. Además, estaba forzando errores en el Herbalife Gran Canaria, que ya sumaba diez pérdidas de balón. Dos factores importantes que suelen entrar en la ecuación de dominancia madridista.

La cosa iba a ir a más tras la vuelta de vestuarios. Los pupilos de Laso abrieron con un parcial de 10-2 que culminó en un triple de Causeur (52-34). Sin la mejor versión de jugadores como Doncic o Llull, los blancos estaban muy cómodos sobre el parqué del WiZink Center. Los canarios se estaban viendo superados por un equipo que siempre encuentra maneras de hacer daño.

Con el tercer cuarto superado y solo diez minutos por delante, el Real Madrid encarrilaba lo que podía ser el 1-0 (62-49). En el Real Madrid estaban aportando todos, lo que había provocado la mejoría de Tavares y Randolph a medida que pasaban los minutos. Las dos torres, más Felipe, habían cambiado la dinámica en el rebote, la cual ya era de dominio madridista (32-29).

Ya en los minutos finales, el diez veces campeón de Europa supo administrar su ventaja. El Gran Canaria quiso apretar, pero apenas pudo ponerse 11 abajo (64-53). A partir de ahí, un nuevo arreón blanco (parcial 9-2) devolvió la calma absoluta. Aunque en esta calma siempre había sitio para los triples de Jaycee Carroll, que volvió a ser un arma letal. Mientras, Tavares también hacía números ante su ex-equipo.

El Real Madrid no tuvo mayores problemas para certificar el 1-0. Tras sobrevivir a un mal inicio, se habían repuesto con solvencia y excelencia. Como un buen campeón que quiere recuperar su trono, este equipo está firmando una gran andadura en lo que va de playoffs. Van a por el título, pero de momento tocaba centrarse en el segundo partido, que se disputará el próximo martes a las 21:00 horas.

MVP del partido: temporada muy meritoria la de Walter Tavares. En un partido donde brilló todo el conjunto, él fue el que hizo más números. Con él en pista, el parcial fue de +31 para los suyos. En total: 17 puntos, 7 rebotes, 1 robo, 2 tapones, 2 faltas recibidas y 22 de valoración.